Estados Unidos cuenta ya con seis millones de infectados y 184.320 fallecidos, y este fin de semana se celebraría su famoso “Día del Trabajo” y se estima que mucha gente saldrá a las calles. Pero, el coronavirus no desapareció, aunque ya se espera la vuelta a clases y a los deportes en los próximos meses y, es por eso que, el gobierno teme que las medidas de prevención y distanciamiento no se tomen en cuenta.
El sábado se celebra en el país el Día del Trabajo, que marca para los ciudadanos el final del verano y se espera que luego de esa fecha se retomen las clases presenciales. En esta misma línea, Nueva York ya debería iniciar nuevamente el ciclo lectivo en las escuelas públicas con un sistema hibrido presencial y remoto desde el jueves 10 de septiembre. Pero la alcaldía ayer anuncio que se pospondrá para el 21, luego de un acuerdo con los sindicatos para evitar una huelga de docentes preocupados por los preparativos para la vuelta a clases en medio de una pandemia mundial como la que se está viviendo.
En el país norteamericano, se produjeron alrededor de 68.000 muertes desde el inicio del verano y los contagios triplicaron su número en el mismo periodo. Los expertos de la salud indicaron que el aumento se debe a las reuniones del Día de los Caídos y el 4 de Julio y, ahora la preocupación esta sobre el Día del Trabajo. Del total de muertes desde el comienzo del verano, 35.000 son del llamado Cinturón del Sol, compuesto por los Estados que se extienden en el borde sur de EEUU: California, Florida, Texas, Georgia, Mississippi y Alabama, entre otros.
“Si viéramos el mismo efecto del Día del Trabajo, estaríamos en peor forma que después del 4 de julio” afirmo Donald Williamson, presidente de la Asociación de Hospitales de Alamaba, estado que mantiene en aumento las tres variables. Y asegura que hoy la pregunta es si el Estado puede evitar un pico que llena las camas de cuidados intensivos en los hospitales desde el próximo sábado.