En medio de la interna del PJ de Tucumán, un sector aliado al gobernador Juan Manzur le dio la posibilidad al vicegobernador Osvaldo Jaldo de tomar el control de la comisión de Juicio Político de la Honorable Legislatura de Tucumán. A partir de esto, Jaldo está en condiciones de poner en aprietos al Poder Ejecutivo y a la Corte Suprema.
La Política On Line recordó que ayer, en la sesión legislativa el bloque de Manzur decidió ausentarse en rechazo a la decisión del jaldismo de impulsar una interpelación al ministro de Educación Juan Pablo Lichtmajer. Ante esta situación, el vicegobernador no dudó y vio que ese faltazo le daba lugar para ir mucho más allá de la interpelación.
La primera maniobra de Jaldo fue un cambio de las autoridades de la Legislatura. Así desplazó de la vicepresidencia primera a Gerónimo Vargas Aignasse, hombre de confianza para el Gobernador. En la segunda maniobra modificó la estratégica comisión de Juicio Político y desplazó a los manzuristas Reneé Ramírez y Julio Silman, designando a Tulio Caponio y Raúl Ferrazzano.
Asimismo, Jaldo ahora pasa a manejar a ocho de los doce integrantes de la comisión. Al tener dos tercios de los miembros es capaz de amenazar a cualquier funcionario del Poder Ejecutivo.
Ya lo había afirmado Vargas Aignasse: «Jaldo envía mensajes intimidantes a jueces y fiscales y al Poder Ejecutivo en general. Está diciendo: ‘Mire que acá nosotros tenemos un arma apuntando hacia ahí. Si no se hace lo que queremos, si yo no soy candidato a gobernador en 2023, disparamos'».
Con este accionar Jaldo marca un nuevo pico de tensión con Manzur, una interna que preocupa al bloque nacional del Frente de Todos.