A veces lejano,
el paraíso de tu piel...
se arrima a mi orilla...
Y los más dulces sentimientos,
que moran en tu Alma,
se enredan en nuestros cuerpos,
sin razón,...
Bienamado, tu sonrisa,
ilumina la mañana de rocío,
relámpago dulce de mediodías,
que estalla por la noche en las estrellas...
Todo era quieto, mudo y triste,
antes de...
Y permaneciendo en nuestras retinas,
dulces recuerdos,
nos abandonamos por un instante,
fluyendo con los momentos y la Vida.
Retornando a nuestro niño interior,
enormes oleadas de sonrisas,
nos abrazan...
Rozan mis pensamientos más absurdos,
la vorágine de la soledad.
Tanta gente sin sentido,
lastiman corazones en olvidos...
Sin defensa, desprovista de todo,
avanzo a la alegría...
Ecos de suspiros...
Repetidos dolores ya no quiero,
cicatrices de mi Alma,
que se escapan de las sombras.
Apuradas alegrías,
vienen a mi encuentro...
y siento bendiciones de la vida,
en espacios nunca...