Julio De Vido, exministro de Planificación Federal durante los gobiernos kirchneristas, se presentó este miércoles en los tribunales de Comodoro Py y quedó formalmente detenido. Deberá comenzar a cumplir la condena de cuatro años de prisión impuesta por su responsabilidad en la Tragedia de Once.
La medida se concretó después de que la Corte Suprema de Justicia rechazara las apelaciones presentadas y dejara firme la condena por administración fraudulenta en perjuicio del Estado. El Tribunal Oral Federal (TOF) N°4, encargado de ejecutar la pena, denegó el pedido de prisión domiciliaria formulado por la defensa.
La confirmación de la sentencia por parte del máximo tribunal, con los votos de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, cerró un extenso proceso judicial destinado a establecer responsabilidades por el siniestro ferroviario de 2012, que causó 51 muertes y más de 700 heridos.
El abogado de De Vido, Maximiliano Rusconi, tildó la decisión de «arbitraria y violatoria de los derechos humanos fundamentales». Anunció que recurrirá al Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias (WGAD) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Rusconi sostuvo que la Corte desestimó «un recurso de queja en el cual esta defensa cuestionaba la legitimidad y el monto de la pena impuesta por la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, con velocidad sospechosa y oportunismo evidente». En un comunicado, la defensa técnica insistió en calificar la sentencia como «injustificada y arbitraria».
La condena original a De Vido fue dictada en 2018 por el TOF N°4. Si bien resultó absuelto del delito de estrago culposo —vinculado directamente con las muertes y lesiones—, el tribunal lo halló culpable de administración fraudulenta. Se determinó que, como ministro de Planificación, De Vido incumplió su deber de controlar el uso de los fondos públicos destinados a Trenes de Buenos Aires (TBA), la empresa concesionaria de la línea Sarmiento.
El tribunal consideró probado que el Ministerio de Planificación, bajo su dirección, omitió supervisar el destino de las partidas a pesar de las reiteradas advertencias sobre el deterioro y mal funcionamiento del servicio ferroviario.
La Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena y, en 2024, la Corte Suprema confirmó la responsabilidad penal del exfuncionario, aunque ordenó revisar el monto de la pena, que finalmente se fijó en cuatro años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Con este último revés judicial, la defensa de De Vido vio frustrados sus intentos por declarar la prescripción del expediente.
La Tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012, se produjo cuando una formación del tren Sarmiento no logró frenar al llegar a la estación terminal de Once y chocó contra los paragolpes. La confirmación de la condena a De Vido representa un punto clave en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familiares, quienes durante años reclamaron que se establecieran las responsabilidades por la negligencia y corrupción que contribuyeron a la tragedia.
