Arriazu explica por qué el dólar no cayó más tras el triunfo de Milei y advierte sobre los errores del Gobierno

El reconocido economista Ricardo Arriazu, una de las voces más escuchadas por la administración de Javier Milei, analizó la resistencia del dólar a bajar pese al contundente triunfo electoral oficialista y aseguró que se debe a que “todo el mundo está diciendo que este es el momento para aprovechar, para cambiar el sistema y devaluar”. Durante una presentación en el lanzamiento de Lantia Capital, Arriazu argumentó que los agentes del mercado se aferran a sus dólares porque creen que la moneda norteamericana va a subir, lo que frena una caída más pronunciada. “Es fundamental que caiga y que el que especuló en contra pierda, de tal manera que la próxima vez piense antes de especular”, sentenció.

Pese a su apoyo al esquema cambiario actual, del que se define como un “enemigo”, el economista no ahorró críticas al equipo económico, señalando que cometió “un montón de errores” en los últimos meses. Entre ellos, mencionó la compra de US$1.500 millones en junio –en un momento estacionalmente adverso– y el cambio del esquema monetario en julio que liberó ARS$10 billones y desplomó la tasa de interés. Estos movimientos, según su análisis, complicaron innecesariamente el panorama. En un contundente repaso, comparó el desempeño económico antes y después de la implementación de las bandas cambiarias en abril: “Entre noviembre y febrero, el riesgo país cayó de 2.300 a 600, la economía creció a un ritmo del 11%, compraron US$25.000 millones de reservas y la inflación cayó como un plomo”. En cambio, desde que se establecieron las bandas, “no compraron un dólar, se paralizó la actividad económica, subió el riesgo país y la inflación, en el mejor de los casos, la calculo en 28%”.

Arriazu fue categórico al desestimar la devaluación como solución, calificándola simplemente como “un impuesto” que reduce el poder adquisitivo y frena la actividad sin estimular las exportaciones. “Argentina es el segundo país del mundo con mayor devaluación acumulada. El primero es el Congo. Alguno de los dos somos una maravilla económica”, ironizó. Para el economista, la verdadera “hormona de crecimiento” es bajar los costos argentinos y ganar credibilidad. En ese sentido, destacó que Argentina tiene “por lejos” las mejores métricas macroeconómicas de Latinoamérica, pero un riesgo país que duplica al promedio regional debido exclusivamente a su historial de defaults. “Mientras no dejemos de ser estafadores, vamos a tener la duda”, afirmó, revelando que la deuda neta con el sector privado es de apenas el 19% del PBI, “una de las más bajas del mundo”.

Con una mirada hacia el futuro, Arriazu proyectó que una vez que el riesgo país caiga por debajo de los 500 puntos, el Gobierno podrá acceder al mercado de capitales. Confía en que, si se logra dar vuelta el mercado cambiario, “claramente la economía se expande” y las exportaciones podrían duplicarse, impulsadas principalmente por el superávit energético. Sin embargo, advirtió sobre el riesgo constante de las crisis de balanza de pagos y celebró la llegada de la “caballería” estadounidense, en referencia al swap por US$20.000 millones, que calificó como un apoyo decisivo y mucho más potente que el recibido durante la crisis del Tequila. Finalmente, consideró que el triunfo electoral, que le dio al oficialismo el tercio en ambas cámaras, obliga a Milei a negociar y marcó un positivo cambio en su estrategia política.