La puja de poder ya comenzó. En Estados Unidos se acercan las elecciones y el clima político ya se siente agitado. Fue Donald Trump quien anunció primero que la semana próxima nominará una mujer para que ocupe el puesto de Ruth Bader Ginsburg, la jueza de la Corte Suprema de ese país que falleció este viernes.
La tensión se encendió, y la respuesta demócrata no tardó en llegar. Joe Biden insiste en que la sucesión de la jueza podría espera hasta después de los comicios, pero aseguró que presenterá un candidato.
«Presentaré un candidato la semana que viene. Será una mujer», había asegurado Trump en un mitin de campaña en Fayetteville, Carolina del Norte. «Creo que debería ser una mujer porque en realidad me gustan mucho más las mujeres que los hombres».
Las palabras de Trump no fueron casuales, sino que se considera a Ginsburg como una referente de la lucha por los derechos de la mujer.