Por Edy Cifre – Corresponsal de El Federalista en Europa
El coste de la energía y los alimentos dispara la inflación al 9,8% en España, su nivel más elevado desde 1985.
La inflación lleva meses ocupando en España. El primer mes de guerra en Ucrania agrava el encarecimiento de la electricidad (107%), el diésel (45,6%) y la gasolina (33,6%)
Después de un año con los precios en alza, por encima del 2% objetivo del Banco Central Europeo, este nuevo golpe al bolsillo de los españoles del que no se han librado ni las empresas, ni los autónomos, ni hogares, hay un gran descontento social, con una agresiva huelga de camioneros, lo que añadió presión al sector del suministro y obligó al Gobierno a intervenir el mercado subvencionando en 20 centavos por litro de combustible para todos los conductores.
Habrá que ver cual es la incidencia en los bolsillos de los españoles.
Por otro lado los empresarios reconocen que esta suba de precios vino para quedarse, dado que no volverán a bajar.
La pandemia, ahora la guerra, son ingredientes que hicieron que los precios se disparen.
El contador público David Parrado, tucumano, empresario de la carne en España, nos comenta que el faltante de algunos productos se debe también a que es preferible exportar porque afuera se paga mejor. La carne subió en los últimos 3 meses un 25%, y ahora hay cortes que escasean, y que prefieren exportar a países árabes, donde existe otro mercado.
Por otro lado, Ignacio Palenzuela, encargado de una cadena de restaurantes argentinos, nos indica que el sector está pasando por un momento muy difícil. Poco turismo, suba de insumos y servicios es un cóctel letal para el sector gastronómico y hotelero en Barcelona en estos momentos.
Sin embargo, hace unos días se realizó por primera vez después de dos años la Feria Alimentaria 2022 en Barcelona, que reunió a empresarios del sector de todo el mundo, con la esperanza de entrelazar lazos comerciales y tejer redes que puedan sacar adelante a este colectivo tan golpeado y que genera diversidad de puestos de trabajo.
