La polémica se centra en la conocida financiera Adhemar, de Yerba Buena, ubicada en un gran local comercial en la av. Solano Vera.
La firma cuenta con sucursales en La Rioja, Catamarca y Tucumán, y se encuentra envuelta en el escándalo: los inversores aseguran que este mes no les pagaron lo prometido y aseguran que tiene que ver con un mal movimiento del dueño: invertir en Bitcoins sin prever su abrupto descenso.
Ahora, los clientes se agolpan en las puertas del local comercial buscando una respuesta y alegan que la empresa les ofrece planes de pago de lo que ellos invirtieron, sin darles la tasa de interés prometida y firmada en un contrato.
La metodología de operaciones que tiene la financiera es simple: se invierte dinero en pesos o dólares y se reciben cuotas mensuales que corresponden a los intereses que “genera” ese dinero. Una vez cumplido ese lapso, se devolvería el dinero, o al menos eso era lo pautado.
Lo más curioso es que el trader Edgar Adhemar, reconocido personaje pelado y de anteojos oscuros, no tiene ninguna acusación formal en su contra pese a la cantidad de clientes insatisfechos que aseguran haber sido “empernados” por el hombre.
La empresa por su parte asegura que es toda una conspiración en su contra: hablaron demasiado del gobierno y ahora quieren boicotearlos, en conjunto con los bancos, por ofrecer tasas demasiado competitivas en el mercado.
Resta ver cómo seguirá la novela del AdhemarGate en Tucumán.