Evidentemente, el gobernador cree que la prioridad para nuestra provincia, llena de inseguridad y de calles en mal estado, es un avión de casi 5 millones de dólares.
La novedad es que Juan Luis Manzur envió al Poder Legislativo un proyecto de ley para acceder al permiso para la compra de un avión para la flota oficial de la Provincia.
Cabe destacar que el Gobierno de Tucumán cuenta con dos aviones: el Cessna Citation Bravo (patente LV-BEU), y el LearJet (patente LV-CKA); y también tiene dos helicópteros.
La justificación de Manzur es que «el objeto primario de todo explotador aéreo es lograr la unificación de la flota». «(Esto permite) minimizar los tiempos de disponibilidad de este tipo de instrumento básico de gestión gubernamental, por disponer de componentes similares ante algún desperfecto que pudiera sufrir alguna de las aeronaves, y la unificación de tripulantes con autorización y experiencia en un solo tipo de avión, logrando reducir los gastos operativos que conllevarían a la autorización y adiestramiento de la tripulación, si se contase con aeronaves de distintas características», según el texto recibido el martes pasado por la Legislatura.
Lo más triste es que cada vez que un tucumano precisa de ayuda humanitaria y de aviones sanitarios tiene que esperar un milagro, en vez de esperar la ayuda del estado.