Desde mañana, se dispuso que distintos laboratorios analizarán la sangre, la orina y los hisopados tomados en la autopsia, y hasta el corazón completo de Maradona, cuyo peso fue del doble de uno normal, en el marco de la investigación de la muerte de Diego.
Estos estudios toxicológicos buscarán determinar si Maradona tenía rastros de haber consumido alcohol, drogas o alguna otra sustancia en las horas previas a su muerte, y de los histopatológicos, que son aquellos que estudian en forma microscópica los órganos y tejidos.
La idea es que los estudios no se hagan todos en el mismo lugar, y habrá controles por parte d dos de los fiscales que integran el equipo y firman la causa: Laura Capra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Benavídez, y el fiscal general adjunto de San Isidro, Cosme Iribarren.
Hasta ahora, se sabe que el corazón de Maradona padecía de una “miocardiopatía dilatada” y pesaba más de 500 gramos, cerca del doble que uno normal, según los forenses. Además, se remitirá el mechón de pelo obtenido con bulbo para la pericia de “tóxicos de depósito”, el líquido ascítico que fue extraído del peritoneo (cavidad abdominal) y otro “pool de vísceras” pero con los tejidos adiposos.
Fuente: TELAM