Las finanzas provinciales argentinas experimentaron un deterioro significativo en los primeros seis meses de 2025, según un estudio de la Fundación Mediterránea al que tuvo acceso este medio. El análisis señala que el principal factor fue la expansión acelerada del gasto público en las jurisdicciones subnacionales. Mientras el gobierno nacional mantuvo la contención de sus erogaciones, las provincias retomaron una senda de incremento del gasto, lo que erosionó gran parte del ajuste logrado el año anterior. Como resultado, el superávit primario del conjunto provincial cayó un 79% en términos reales comparado con el mismo período de 2024.
En este escenario, la provincia de Tucumán emerge como un ejemplo claro de este cambio de tendencia, al figurar entre las nueve jurisdicciones que mostraron un déficit financiero en el primer semestre del año (-2,2%), mientras que en 2024 ninguna provincia había registrado números negativos en ese lapso.

El dato más llamativo para Tucumán se encuentra en la evolución de sus erogaciones. De acuerdo con el informe, preparado por los especialistas en materia fiscal Marcelo Capello y Gaspar Reyna, la provincia registró el incremento más alto del gasto total real en todo el país entre el primer semestre de 2024 y el mismo período de 2025, con un aumento del 35,2%. Este crecimiento sitúa a la provincia del NOA dentro del grupo de cinco jurisdicciones deficitarias donde el gasto total real subió más del 20% en el último año, por encima de Tierra del Fuego (33,5%), Chubut (28,6%), Corrientes (27,4%) y Chaco (23,2%).
Asimismo, es importante destacar que la aparición de estos desbalances en el NOA no responde a un patrón regional, dado que Tucumán es una de las nueve jurisdicciones con saldo negativo, mientras que Cuyo fue la única región que no presentó provincias con déficit en dicho período.

La fuerte caída del superávit primario consolidado provincial, que alcanzó el 79% en términos reales interanuales en el primer semestre de 2025, contrasta con la baja del 28% real anual que registró el superávit primario nacional en el mismo lapso.
La divergencia en el comportamiento fiscal entre la Nación y las provincias se explica, principalmente, por la trayectoria del gasto. A nivel nacional, las erogaciones cayeron un 27% real anual entre el primer semestre de 2023 y 2024, y otro 1,8% entre el primer semestre de 2024 y 2025, acumulando una reducción del 28% en valores constantes entre 2023 y 2025.
En el ámbito provincial, el gasto siguió un camino distinto: «cayó un 25% real entre 2023 y 2024, pero se incrementó un 14% entre 2024 y 2025, acumulando una baja del 15% entre 2023 y 2025, prácticamente la mitad del recorte a nivel nacional». Esto evidencia que, si bien en 2024 ambos niveles de gobierno realizaron un ajuste significativo, en 2025 el gasto provincial volvió a crecer.

En el consolidado provincial, la reducción del gasto total entre el primer semestre de 2023 e igual período de 2025 fue del orden del 14%. Sin embargo, solo dos jurisdicciones, Neuquén y Chubut, aumentaron sus erogaciones totales en ese lapso (9% y 1%, respectivamente), mientras que en el caso de la provincia administrada por Osvaldo Jaldo, este indicador se ubicó en el orden del -15%. Los recortes más pronunciados en las erogaciones acumuladas en dos años se observaron en San Luis (-36%), Catamarca (-29%) y Mendoza (-24%). En el otro extremo, además de los aumentos de Neuquén y Chubut, jurisdicciones como CABA (-1,9%), Santa Cruz (-3,0%), Río Negro (-7,9%), Corrientes (-9,2%) y Santa Fe (-9,9%) registraron disminuciones del gasto total inferiores al 10%.

El mayor ajuste acumulado del gasto entre 2023 y 2025 lo registró San Luis (-36%), aunque con la particularidad de que el gasto corriente aumentó 3,2% mientras que el gasto de capital se redujo 82%. Tucumán muestra una disminución del 7,1% en gasto corriente y del 60% en gasto de capital, mientras que, en lo que respecta a erogaciones en personal, nuestra provincia presenta una baja del 16,8%.

Falta de inversión como patrón
De las nueve jurisdicciones que exhibieron déficit financiero en el primer semestre de 2025, las que presentaron el mayor desequilibrio fiscal en términos relativos fueron Tierra del Fuego, con un déficit equivalente al 8% de sus erogaciones totales del período, seguida por Chaco (7%) y Buenos Aires (5,4%). También resultaron deficitarias Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Santa Fe y Santa Cruz. La distribución geográfica de estas provincias no responde a un patrón único, ya que «de las 9 jurisdicciones con números rojos, 3 son patagónicas, 3 pampeanas, 2 del NEA y 1 de NOA».
En contraste, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Jujuy y Santiago del Estero mostraron los mayores superávits financieros, alcanzando el 17%, 15% y 12% del gasto total, respectivamente. Entre las provincias con mayor población, también se destacaron los superávits de Mendoza (10%) y Córdoba (8%).
Un análisis adicional revela que el déficit en algunas jurisdicciones no se justifica por un alto nivel de inversión. De las nueve provincias deficitarias, siete presentan un bajo nivel de gasto de capital en relación con el gasto total; tal es el caso de Santa Cruz (1,0%), Entre Ríos (2,8%), Tierra del Fuego (3,4%), Chaco (4,6%), Buenos Aires (6,3%) y Chubut (6,5%). Tucumán se encuentra levemente por encima de estas últimas, alcanzando un 8% del gasto en inversión. Por el contrario, «entre las provincias con superávit financiero equivalente a 5% o más del gasto total, 5 de ellas presentan alta relación de gasto de capital a gasto total (25,3% en Santiago del Estero, 13,5% en San Luis, 13,1% en CABA, 12,6% en San Juan y 10,1% en Mendoza)».

Por último, mientras cinco de las provincias con superávit relativamente alto en 2025 registraron un aumento del gasto total real inferior al 20% en ese año (CABA 8,7%, Salta 8,8%, Mendoza 10,4%, San Luis 15,9% y Córdoba 19,2%), la mayoría de las provincias en déficit (cinco de nueve) incrementaron su gasto total real más del 20%, siendo Tucumán el caso más destacado. El diagnóstico fiscal actual subraya «la necesidad de una regla fiscal que ponga tope a la suba del gasto» provincial, ya que si el gasto continúa la tendencia alcista observada en la primera parte de 2025, se reducirán las posibilidades de una reforma tributaria que alivie la carga de los impuestos provinciales más distorsivos, se indica en el reporte de la Fundación Mediterránea.
