Tucumán se acerca a concluir otro año sin progresos en el ámbito electoral. A menos que las negociaciones de inicio de semana logren desbloquear el diálogo, la Legislatura celebrará su última sesión del 2025 este jueves, pero no abordará modificaciones al régimen político. La directiva desde la Casa de Gobierno es inequívoca: no se modifica nada.
Lo llamativo es que el debate sobre los cambios al sistema de votación, desde el inicio de esta gestión, no fue impulsado por la oposición. Fue el propio oficialismo quien acaparó el tema. Incluso, fue el propio gobernador, Osvaldo Jaldo, quien enarboló la bandera en contra del sistema de acople. Y no lo expresó una sola vez, sino que lo reiteró en múltiples oportunidades. Lo hizo en sus discursos anuales ante los legisladores y frente a periodistas. En más de una ocasión criticó la proliferación de listas colectoras y la confusión que esto genera en los electores cada cuatro años.
El freno de mano
Sin embargo, en el interín algo se modificó. La presión de dirigentes territoriales del interior y el resultado de los comicios del 26 de octubre llevaron al oficialismo a reconsiderar. En estas últimas semanas, el gobernador Jaldo mantuvo reuniones significativas con legisladores oficialistas.
La mención a estos encuentros no es casual, sino que se enmarca en la secuencia ocurrida tras los comicios de diputados nacionales. Después de esa votación, en la que se utilizó Boleta Única de Papel (BUP), la ola reformista volvió a dominar la agenda pública, aunque desde antes el vicegobernador, Miguel Acevedo, ya había señalado que luego del 26 de octubre se retomaría el análisis de las reformas electorales.
Iniciado noviembre, Jaldo y Acevedo mantuvieron un par de reuniones. El mandatario le recomendó al presidente de la Legislatura mayor cautela, y Acevedo le indicó que le presentaría un borrador con las modificaciones viables. En ese esquema ya se habían descartado la Boleta Única de Papel y la Boleta Única Electrónica, como aspiraba Acevedo. Solo se pretendía avanzar con límites a la cantidad de listas colectoras (según la cantidad de bancas a renovar por ciudad) y paridad de género, como ejes principales. De forma paralela, se hablaba de Ficha Limpia, para excluir de las postulaciones y de la función pública a personas condenadas en segunda instancia.
Tras ese primer encuentro, bastante tenso, hubo otro que se extendió por más de una semana. De esa reunión no se difundieron fotografías, lo que da cuenta de su relevancia. Acevedo llegó a la Casa de Gobierno y, tras conversar con Jaldo, se dirigió a Fiscalía de Estado para entregarle a su titular, Gilda Pedicone, un primer esbozo de las leyes a modificar. La funcionaria lo devolvió con correcciones de forma y de técnica legislativa. No obstante, algo ya se había quebrado dentro del oficialismo porque el vicegobernador salió del Palacio Gubernamental contrariado.
La tensión pareció disiparse porque todos se abocaron a la sanción del Presupuesto 2026. Tras esa sesión, el jueves 4 de diciembre, el vicegobernador partió rumbo a Chile junto a académicos y a un grupo de legisladores oficialistas y opositores. Permaneció en el norte de ese país casi toda la semana. Pero hasta allí le llegaban las novedades sobre el desfile de parlamentarios por el primer piso de la Casa de Gobierno. Para cuando regresó, la decisión ya estaba prácticamente tomada.
En su ausencia, en los pasillos del edificio de Muñecas y avenida Sarmiento se detuvieron las reuniones de comisiones, pese a que el calendario establece para este jueves una sesión. Ese debate, tal como había afirmado Acevedo a fines del mes pasado, se había convocado para que se votara en el recinto una reforma «low cost». Ahora ni siquiera se habla de una pequeña reforma.
Lo que puede pasar
Para este lunes está citado un plenario de comisiones vinculadas a la temática, con la premisa de consensuar al menos un proyecto de Ficha Limpia. Sobre este tema hay dos alternativas. El texto enviado por Jaldo, similar al de la radical Silvia Elías de Pérez, establece que no podrán ser candidatos aquellas personas con fallos condenatorios en segunda instancia. En el caso de que sean funcionarios, quedarían automáticamente fuera del cargo. La otra iniciativa, del peronista Gerónimo Vargas Aignasse, sigue la misma línea pero además incorpora un artículo preventivo: quien tuviera una condena en primera instancia por los delitos establecidos en la ley, tampoco podría ser candidato.
Tras esas reuniones habrá Labor Parlamentaria entre los presidentes de bloque. En la Cámara apuestan al menos a lograr que en el recinto se incluya la Ficha Limpia. Básicamente, por dos razones. Primero, porque es una clara demanda social. En octubre lo padeció el libertario José Luis Espert, quien sin condena tuvo que apartarse. Y hace un par de semanas la neuquina Lorena Villaverde no pudo asumir en el Senado por una condena que recibió en Estados Unidos.
El otro argumento de un grupo importante de legisladores es político: proteger al vicegobernador. Acevedo se comprometió a concretar los cambios, pero está perdiendo en el cabildeo con los caciques peronistas del interior, a quienes escucha Jaldo. En consecuencia, una posibilidad sería avanzar con algún proyecto que le permita al presidente de la Cámara no salir tan desairado de esta encrucijada. En ese sentido cuenta con apoyo de referentes oficialistas pero también de legisladores opositores, visiblemente satisfechos con el trato recibido en estos dos años de convivencia en el Poder Legislativo. De hecho, esta es una de las quejas que parlamentarios peronistas trasladan a la 25 de Mayo y San Martín: dicen que hay opositores más atendidos que los propios oficialistas.
Es probable que Jaldo y Acevedo vuelvan a mantener un encuentro al comenzar la semana. En rigor, esa charla es necesaria y será determinante para resolver qué asuntos debatirá la Legislatura este jueves. Los intendentes justicialistas y los parlamentarios con trabajo en el interior no están dispuestos a ceder a la presión reformista. Es la resistencia que encabezan dos hombres fuertes del PJ: el ministro Darío Monteros y el presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla. A su favor cuentan con el resultado obtenido el 26 de octubre en los pueblos y en las ciudades más pequeñas de Tucumán, donde el oficialismo arrasó a La Libertad Avanza. Jaldo los ha escuchado mucho en las últimas semanas.
En este embrollo, la anunciada reforma electoral en Tucumán pende de un hilo. Y, salvo que haya un cambio de rumbo abrupto, el peronismo priorizará su tranquilidad en los comicios de 2027 por sobre los reclamos de un sector de la sociedad. Al menos, por ahora. La consigna es no tomar decisiones apresuradas, teniendo en cuenta que hace 40 días el mileísmo obtuvo 35% de los votos en la provincia sin mayores aliados ni trabajo territorial.
