Productores agropecuarios y transportistas hacen largas colas en estaciones de servicio para conseguir el combustible a cuenta gotas justo en el momento donde la región expresa su máximo potencial productivo de la mano de la zafra de la caña de azúcar y la cosecha de las frutas cítricas, junto a la trilla de los granos gruesos y el movimiento de hacienda.
Esto significa que las pérdidas productivas cada vez se hacen más tangibles y si no se puede abastecer debidamente al campo y a los camiones que transportan la cosecha, pueden ser de gran envergadura. Así lo aseguró a Infobae el presidente del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (CACTU), Otto Gramajo, quien sostuvo que de no poder cosechar las plantaciones de caña del este provincial, más de un cuarto de la producción podría echarse a perder.
“La cosecha de caña empieza en mayo por miedo a las heladas en julio. Entonces, la intención es tener todo el este de Tucumán cosechado por esta cuestión para junio. Si no lo podemos cosechar por la falta de gasoil, esa caña no va a servir, y esa caña representa el 30% del cañaveral tucumano. Si no lo podemos cosechar en junio, es posible que se termine perdiendo”, advirtió Gramajo.