Un joven difundió en Instagram una situación en la que su hermana fue protagonista de un posible secuestro por parte de un taxista.
El suceso ocurrió en el día de ayer, sábado 21 de noviembre a las 13 horas, cuando una joven tomó un taxi en la esquina de calle Salta y Santiago del Estero (San Miguel de Tucumán).
En el momento cuando ingresa al auto, el chofer baja y se dirige hacia el baúl, y cuando vuelve le dice a la víctima: “perdón, tengo que ponerte alcohol”. El taxista se lo rocía de manera excesiva en las manos y la joven se las froto. Además, el auto se encontraba polarizado y estaba prendido el aire acondicionado con las ventanillas cerradas.
Segundos después de haberse puesto alcohol, la joven empieza a sentir que sus manos estaban adormecidas y sentía “a su cuerpo una anestesia”. Inmediatamente, la víctima se dio cuenta de lo sucedido y gritó: “PARA, ME OLVIDE ALGO”. A lo que el conductor respondió: “Deja, ya te llevo yo entra, no te voy a cobrar”. Ella contestó: “no gracias, ¿Cuánto te debo?” para que el posible secuestrador no sospechará.
La mujer se bajó del auto en un semáforo ubicado en la calle Salta y Mendoza, y en lo que buscaba el dinero para pagar, pudo sacar su celular y mientras el taxista se iba, logró sacar una foto al auto y su patente. La matrícula del supuesto secuestrador sería: AE 117 DN.
Cuando se fue el chofer, la mujer se dirigió hacia un policía que estaba en cercanía pero se terminó desmayando. La gente del alrededor empezó a ayudarla para que reaccione y la joven solo pudo decir: “llamen a mi papá, un taxista me puso algo en las manos y me empecé a sentir mal”.
La víctima contó en el texto que realizó la denuncia. Además, en el escrito también expresó: “Me parece muy importante contarles esto para que estén atentos/as, sobre todo mujeres adolescentes, yo creo que hoy me salvé porque estuve muy atenta desde que me subí, tampoco es para generar paranoia pero si para que puedan resolver en el instante en el que duden de que algo NO ESTA BIEN! Gracias a Dios hoy puedo contarlo y advertirles que no reciban nada de nadie, que no se suban a taxis en la calle, o al menos no solos/as”.
