Como en otras partes del mundo, hay mucha gente que se manifiesta en contra de los gobiernos por el mal manejo de la pandemia de COVID-19. En Italia, al igual que en otros sitios de Europa, a estas personas se le llaman los “negacionistas”. Ellos son un conjunto de grupos conservadores, ultra católicos, neofascistas, anti-vacunas, anti-mascarillas y los nombrados “chaleco naranja”, que acusan a la actual gestión italiana de ilegal.
Ayer sábado, más de mil personas, que integran estas ideologías, se reunieron en la plaza de la Boca de la Verdad, en Roma. Estas agrupaciones apuntan al gobierno de centro izquierda, perteneciente al movimiento Cinco Estrellas y al Partido Democrático, de haber creado una dictadura sanitaria con el pretexto del coronavirus. También señalaron al Papa Francisco, donde se veían carteles que aseguraban que el papa emérito, Benedicto XVI, era un preso del cardenal Bergoglio y su falsa iglesia. Todo esto sucedió a pesar de que ya se registraron más de 26 millones de casos en todo el mundo, donde 276.000 se encontraron en Italia.
Forza Nuova es uno de las principales organizaciones que llevaron a cabo la manifestación, la cual es un partido neofascista creado en 1997 y que se asoció durante varias ocasiones con el partido neofascista Alternativa Social que lidera Alessandra Mussolini, nieta del dictador Benito Mussolini.
En un cartel pegado en varias partes de la ciudad decía: “Somos el pueblo contra la dictadura sanitaria, financiera y judicial. Por una Italia Libre. Por nuestros hijos. Por el futuro”. Y en las protestas gritaban: “¡Somos el pueblo! ¡Somos el pueblo! No a las máscaras. No a la distancia social. No toquen a nuestros hijos”. Aunque, aún no se informaron las medidas que tomo el Gobierno italiano respecto a estas manifestaciones.