Tras las masivas marchas del 9 de julio, el Gobierno Nacional suavizaría las restricciones en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, lo que desencadenaría una mayor apertura a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.
Dicen que Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires y sin dudas es lo que sucede en nuestro país. La reunión entre Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof es una muestra clara de que el banderazo en un nuevo aniversario de la independencia patria, retumbó en los oídos de los dirigentes.
El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires recibió al gobernador bonaerense en la sede de la administración porteña, coincidieron en la necesidad de avanzar con flexibilizaciones graduales y pactaron una reunión con los jefes de Gabinete de ambas jurisdicciones.
Por su parte el Ministro de Salud, Ginés González García declaró: “Creemos que en términos psicológicos, sociales y económicos va a haber una flexibilización”. Además resaltó que las medidas empezarán a regir a partir de la próxima semana bajo la supervisión y el visto bueno de la Casa Rosada.
Mientras en el resto del mundo la flexibilización es un hecho, acá seguimos estirando la cuarentena que lleva casi 4 meses y es la más larga del mundo.