Recordamos a una de las últimas mujeres pilotos sobrevivientes a la Segunda Guerra Mundial a dos años de su fallecimiento.
Mary Wilkings, su nombre de soltera, murió con 101 años en 2018 y fue “una de las mejores pilotos del Ferry ATA del mundo” afirma el secretario del servicio, John Webster quien la describió también como una persona «increíble».
Wilkings fue miembro del servicio Auxiliar de Transporte Aéreo (ATA) durante el conflicto bélico de 1939. En ese momento, nadie creía que una mujer podría volar un avión en solitario.
En la entrevista con BBC contó varias anécdotas de la guerra con sus compañeros, referidas al estereotipado modelo femenino de la época:
“No podemos ir, estamos esperando al piloto” me dijeron, y yo respondí “yo soy la piloto”, «cuando lo dije no me creyeron y enviaron a dos hombres a buscar el avión para asegurarse de eso”.
También comentó que en uno de sus vuelos se cruzó con su primer avión de “marcas alemanas”, lo que llegó a sorprenderla e incluso asustarla, pero el piloto simplemente la saludó.
Una de las impactantes características de esta historia es que en ese momento las pilotos corrían grandes riesgos al no estar resguardadas por la guerra, igual que los hombres. Ellas volaban aviones desde las fábricas donde fueron construidas las bases del RAF.
En 1950, pasó a dirigir el aeródromo de Sandow en la isla de Wight, destacándola así entre tantas. Muchos de los encargados de dirigir los servicios aeronáuticos de la Segunda Guerra afirmaron que “fue una de las mejores pilotos en solitario de ferry ATA del mundo”.
Finalmente, en una de sus últimas notas con 101 años, aclaró que volar sigue siendo materia dominada por los hombres pero de igual forma, dio un mensaje de aliento para que las mujeres jóvenes se animen a hacerlo y para poder ocupar más espacios.