Ganó Liliana Zulet. Aunque no estuvo presente en el congreso de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros realizado este viernes para designar a sus autoridades hasta 2029, la esposa de Hugo Moyano logró imponer su voluntad: Jerónimo, su hijo de 26 años, fue nombrado como el tercer hombre de la organización, asumiendo la estratégica Secretaría Gremial e Interior.
El benjamín de la familia Moyano suplirá a un histórico como Pedro Mariani, quien por problemas de salud decidió apartarse, dejando un espacio clave.
El hijo menor contaba con el respaldo de su madre, quien desde hace tiempo insistía a su marido para que Jerónimo tuviera la oportunidad de desarrollarse dentro del sindicato, dejando atrás la Secretaría de la Juventud que ocupaba desde 2021.
Los más escépticos sugieren que, más allá del impulso materno, Zulet buscaría asegurarse de que, ante una eventual ausencia de Hugo, haya un Moyano leal a ella que pueda frenar un posible ascenso de Pablo y preserve el vínculo con su grupo de empresas que presta servicios al gremio.
Este ascenso resulta llamativo porque, hace apenas unas semanas, Hugo Moyano le había negado el apoyo a su hijo menor durante las negociaciones por la nueva CGT: primero lo promovió como secretario de la Juventud, pero luego, al ver la posibilidad de mantener a Octavio Argüello en el triunvirato, cambió de opinión, argumentando que «Jero está muy verde» para un cargo en la cúpula cegetista.
Resulta evidente que es mucho más complejo y exigente para un dirigente novel de 26 años asumir la Secretaría Gremial e Interior, desde donde deberá manejar los conflictos del sector y las relaciones con los sindicatos de Camioneros del interior, donde crece una importante corriente opositora al propio liderazgo de su padre.
Es un secreto conocido que Jerónimo realizó varios viajes a las provincias para contactar a los principales referentes locales de Camioneros, y que en algunas oportunidades fue excluido de las reuniones entre los dirigentes de mayor experiencia.
Esto fue interpretado como un mensaje para «papá Moyano», indicándole que molesta que él ya no viaje al interior como antes para dialogar con la dirigencia y que delegue esa tarea en su adjunto en la Federación, Jorge Taboada, o en su hijo tan inexperto.
Esta situación también generó un enfriamiento entre Hugo y Taboada: el dirigente chubutense participó de encuentros donde surgieron cuestionamientos al líder máximo por acuerdos salariales considerados «bajos» y su tendencia a favorecer a sus hijos por sobre dirigentes con mayor trayectoria.
Finalmente, ambos líderes acordaron una pausa en sus diferencias, que les permitió presentarse nuevamente a la reelección en la Federación, pero Hugo impuso a Jerónimo casi como una forma de fortalecer a ese hijo que fue menospreciado en el interior.
Pero, al mismo tiempo, fue una señal de futuro: Hugo cumplirá 82 años el próximo 9 de enero, y con este ascenso de Jerónimo pareció dar indicios sobre quién desea que sea su sucesor. Paralelamente, le otorgó un cargo en la Federación a Argüello, su hombre de máxima confianza, y eliminó de la cúpula de Camioneros a Marcelo «Feúcho» Aparicio, el influyente número 3 del sindicato de CABA y Provincia con quien mantiene una disputa no declarada, donde el protagonista oculto es el propio Pablo Moyano.
Los allegados a Hugo están cerca de imputar a Aparicio como responsable del acuerdo con Jorge Macri que les habría quitado a los recolectores de residuos de Capital la posibilidad de percibir indemnizaciones cuantiosas por la «Ley Moyano».
Esto quedó en evidencia el martes pasado, cuando Hugo y sus leales se reunieron por segunda vez con empresarios del sector para intentar que les adelantaran dinero de las indemnizaciones que cobrarían en 2028, cuando venzan los contratos de recolección de residuos en CABA.
Tras la reunión, donde las empresas se negaron, el «huguista» José Garnica (alias «Teta»), secretario de la rama de recolección, les dijo a un grupo de trabajadores: «Alguien se equivocó, alguien firmó lo que no debía y nos perjudicó». Y advirtió que «hay quienes dicen ser leales, pero no son leales a nuestro conductor». Fue una clara referencia a Aparicio, anticipando que lo señalarán como el «responsable» que dejó sin indemnizaciones a «los muchachos».
Pero «Feúcho» no se da por vencido. Esta semana, tras aquellas acusaciones, grabó un audio en el grupo de WhatsApp de dirigentes de Camioneros -al que accedió Infobae– donde explicó que «el acuerdo que él (por Garnica) tanto busca se firmó, se concretó un acuerdo con las empresas, con la ciudad, porque se optó por la extensión del contrato según corresponde, como lo establece la ley, tal como figura en el pliego de bases y condiciones».
Inmediatamente enfatizó que, contrario a lo insinuado por Garnica, quien rubricó el acuerdo con el gobierno porteño fue el propio Hugo Moyano: «Lo que se buscó con el secretario general fue garantizar que se siga respetando la Ley Moyano. Y lo acordado fue que en 2028, cuando llegue el momento, se deberán iniciar las conversaciones para el pago de las indemnizaciones, como siempre se ha hecho en la historia de nuestro gremio».
Además, Aparicio anunció que removerá a Garnica de ese grupo porque «está poniendo en peligro el trabajo de todos, no solo de la rama de recolección sino de todo el Sindicato de Camioneros». Y agregó: «Lo saqué porque es un irresponsable que no solo mancilla a nuestra institución sino también el nombre del legado de nuestro secretario general y de todos los compañeros que pertenecemos al gremio camionero».
Luego reconoció que seguramente Hugo Moyano lo llamará para solicitarle aclaraciones por esa decisión contra Garnica y admitió que «después la última palabra siempre la tiene el secretario general sobre lo que quiera hacer».
En el audio, Aparicio hizo un llamado a los representantes de Camioneros: «Al gremio hay que protegerlo porque estamos atravesando momentos complicados, donde nos atacarán para intentar debilitarnos constantemente, donde las cosas quizás no nos están saliendo bien y creo que necesitamos el respaldo de todos para seguir sosteniendo con responsabilidad la organización gremial».
«En el tema de la rama (de recolección de residuos), que es el grupo que uno conduce, con la responsabilidad que me caracteriza -agregó-, yo velaré por la institución y velaré por el nombre de nuestros dirigentes, que se llaman Hugo Antonio Moyano y Pablo Moyano. Luego somos todos integrantes, podemos estar o no».
En efecto, desde hace 24 horas, Aparicio ya no forma parte de la Federación de Camioneros (aunque aseguran que su reemplazante, Andrés Miño, es muy cercano a él) y quien está en su mejor momento es Jerónimo, la nueva figura del clan Moyano. Al menos para su padre y su madre.