El mandatario de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien concluirá su gestión provincial el 10 de diciembre y que ayer prestó juramento como senador, conformará un bloque propio en la Cámara alta y no se integrará a la agrupación kirchnerista liderada por José Mayans, según información confirmada a LA NACION.
La bancada de Zamora llevará el nombre de Frente Cívico por Santiago, y estará integrada por él y su compañera de fórmula, Elia Moreno.
No obstante, aún no se ha determinado si Zamora funcionará en un interbloque junto a Mayans y el resto del espacio kirchnerista en el Senado. Las tratativas continúan en desarrollo.
Aliado histórico de la expresidenta Cristina Kirchner, el gobernador saliente adoptó en esta ocasión una posición distinta. Su esposa, Claudia Ledesma Abdala, también dirigente santiagueña, junto a otros legisladores de su espacio, habían formado parte hasta ahora de la estructura kirchnerista.
A Ledesma Abdala, quien ayer acompañó a Zamora en su juramento junto al resto de su familia, se le termina el mandato este 2025. Ambos integraron incluso la línea de sucesión durante los períodos en que Cristina Kirchner ocupó altos cargos en el Poder Ejecutivo.
Desde la semana pasada, en el kirchnerismo del Senado ya daban por sentado que Zamora operaría bajo su propia denominación. «¿Cómo va a integrarse al Bloque Peronista si es radical?», comentaban, para atenuar el impacto de esta decisión que se produce en medio de las internas del kirchnerismo, las críticas al poder de Cristina Kirchner y el mayor peso de los libertarios a nivel legislativo.
Sin embargo, fuentes relevantes del espacio intentaban consolarse con que, de aquí en adelante, lo crucial será observar cómo vota Zamora y qué margen de flexibilidad tiene para acompañar ciertas iniciativas que impulsa la Casa Rosada. En su rol de gobernador, participó en la mesa de diálogo con el presidente Javier Milei y también recibió al ministro del Interior, Diego Santilli, en la capital provincial.
En el marco de esas conversaciones, Cristina Kirchner había hecho trascender que avalaba que los gobernadores afines negociaran el presupuesto, pero había solicitado expresamente preservar la unidad, que ahora registra una primera fisura con la actitud de un dirigente como Zamora, clave en el nuevo Congreso y con una significativa cuota de poder propio.
La expresidenta, al conocerse que el gobernador formaría parte del Senado, ya lo consideraba una de sus nuevas figuras legislativas, junto al chaqueño Jorge «Coqui» Capitanich.
Durante la ceremonia de ayer, en la que la vicepresidenta Victoria Villarruel le tomó juramento a Zamora, el primero en abrazarlo tras su familia fue Mayans, con quien mantuvo contacto en los últimos días. Más allá de ese gesto, no volvieron a verse luego de la sesión especial.
Se comenta que durante toda la jornada primó el deseo de que fuera un día de festejo por la asunción. Queda pendiente entre ambos una llamada telefónica para evaluar si se constituye un interbloque o si ambas estructuras actuarán de manera independiente.
Durante las elecciones, el kirchnerismo en Santiago del Estero presentó dos listas al Senado: la encabezada por Zamora con Elia Moreno, y la que llevó como candidato a Sergio «Pichón» Neder, bajo la órbita de Fuerza Patria. Siempre fue una estrategia de Zamora presentar candidatos propios, pero a la vez influir en los postulantes del peronismo, para lograr de hecho incidir en la posición de los tres senadores de su provincia.
Por el momento, Neder permanece en el bloque de Mayans y la separación solo involucrará a Zamora y a Moreno.