Con profundo pesar, se confirmó este viernes el fallecimiento de la niña de siete años que había recibido un disparo en la cabeza en el barrio San Cayetano, después de que su estado fuera declarado irreversible por los médicos. La pequeña, cuya agonía conmovió a la comunidad, había ingresado el día anterior en estado de extrema gravedad al Hospital de Niños. Según había explicado Inés Gramajo, directora del nosocomio, la menor llegó al centro de salud alrededor de las 17.30, derivada desde el CAPS de San Cayetano, “con una herida grave de bala en la cabeza, con orificio de entrada y de salida, y abundante sangrado”. Tras ser sometida a una serie de estudios que incluyeron tomografías y análisis, y después de una estabilización inicial, fue trasladada de inmediato a terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica, aunque finalmente, y de manera trágica, se determinó que presentaba muerte cerebral.
El estremecedor relato de lo ocurrido fue proporcionado por la tía de la víctima, quien pidió mantener su identidad en reserva por motivos de seguridad. En su testimonio, la mujer reconstruyó el momento del ataque, revelando que la niña se encontraba jugando felizmente en el patio de su casa. “Los chicos estaban jugando al carnaval en el patio, echándose agua porque hacía muchísimo calor. En eso siento una moto que pasa a gran velocidad. Miro hacia afuera y veo a dos sujetos. Frenan, se bajan y hacen los disparos hacia la casa”, narró. En medio de esa escena de terror, la pequeña se encontraba subida en su bicicleta, “paradita arriba de la bici, detrás de la reja”, y fue allí, en esa posición vulnerable e inocente, donde recibió uno de los impactos de bala en la cabeza. Mientras los otros niños lograron correr hacia el interior de la vivienda para ponerse a salvo, ella quedó inmóvil sobre el rodado. La tía, al notar que la niña permanecía en la bicicleta, se acercó y fue en ese instante cuando la pequeña cayó, permitiéndole ver la herida de bala y desatando su desesperación y la de los vecinos, quienes comenzaron a gritar en medio de la conmoción. Además, la familiar denunció con angustia que la familia había realizado múltiples denuncias previas por ataques similares que, según afirmó, nunca obtuvieron respuesta de la Policía, y lamentó que, si bien hay dos personas detenidas, el autor material de los disparos sigue en libertad.
