Mientras La Libertad Avanza apuesta a profesionales con experiencia en el sector privado, el peronismo renueva sus cartas con figuras de larga trayectoria en la función pública.
La composición de la nueva delegación tucumana en la Cámara de Diputados nacional refleja dos visiones antagónicas sobre el perfil deseable para la representación política: por un lado, La Libertad Avanza apuesta por profesionales con formación técnica y experiencia en el ámbito privado; por el otro, el Frente Tucumán Primero mantiene su confianza en políticos de carrera con décadas de servicio en la estructura estatal.
Sebastián Pelli, de 40 años, representa un perfil atípico en el Congreso. Lejos del político convencional, Pelli es Licenciado en Administración, especialista en Políticas de Seguridad y ex Oficial del Ejército Argentino con más de una década de servicio en unidades de combate y operaciones humanitarias. Su formación internacional –que incluye perfeccionamiento en Israel, Chile y Estados Unidos– y su reciente condecoración en Guatemala con la distinción «Monja Blanca» por su cooperación en seguridad, lo presentan como un técnico de elite que ahora lleva su experiencia al ámbito legislativo.
Actualmente se desempeña como Gerente de Seguridad Patrimonial en la Compañía Azucarera Los Balcanes S.A., un cargo que evidencia su inserción en el sector productivo privado. «Me mueve la defensa de la seguridad e impulsar políticas públicas efectivas para reducir el delito», afirmó el diputado electo, quien asegura que su incursión en la política busca «dar lo mejor por esta tierra donde vive su familia».
Soledad Molinuevo completa la dupla de LLA con igual solidez profesional. Abogada y escribana con diplomaturas en Derecho Privado y Penal, la concepcionense ha combinado la investigación académica para la Universidad Nacional de Tucumán, la docencia en Derecho Internacional Privado y el ejercicio libre de la profesión. Actualmente se desempeña como Jefa de la Agencia Territorial Tucumán de la Secretaría de Trabajo, donde –según destaca– «defiende los derechos de los trabajadores».
Los políticos de carrera: décadas en la estructura estatal
En las antípodas se encuentra Javier Noguera, quien a sus 53 años acumula más de dos décadas ininterrumpidas en la función pública. Su carrera comenzó como asesor del concejal Osvaldo Nieva a principios de los años 2000, y en 2005 –con apenas 35 años– ya ocupaba la Secretaría de Estado de Gobierno y Justicia, convirtiéndose en el más joven en la historia provincial en alcanzar ese cargo. Su trayectoria muestra una progresión constante por la estructura estatal: de secretario de Estado a intendente de Tafí Viejo durante dos períodos consecutivos (2015-2023), y actualmente legislador provincial.
Gladys Medina representa un caso similar de crecimiento dentro del sistema político. Con 16 años consecutivos en cargos electivos, inició su carrera en 2007 como concejal de Banda del Río Salí, fue reelegida en 2011, saltó a la Legislatura Provincial en 2015 y alcanzó la Diputación Nacional en 2017. Tras un breve paréntesis, recuperó su banca en 2023, consolidando una trayectoria que se construyó íntegramente dentro de la estructura estatal.
Dos modelos en pugna
El contraste entre ambos modelos no podría ser más evidente: mientras los representantes de LLA llegan al Congreso con formación especializada y experiencia en gestión privada, los diputados del oficialismo provincial representan la tradición del político profesional que ha desarrollado toda su carrera dentro del aparato estatal.
Este enfrentamiento de perfiles refleja la pulseada más amplia entre dos concepciones de la política: una que valora la experiencia técnica y la experiencia fuera del Estado, frente a otra que prioriza el conocimiento de la maquinaria gubernamental y la acumulación de experiencia dentro del sistema.
La performance legislativa de estos dos modelos antagónicos será observada con atención por los tucumanos, quienes en las urnas decidieron dividir equitativamente su representación entre ambas visiones.