Un informe privado revela que la provincia pasó de un superávit del 19.7% a un déficit del 2.2%, contradiciendo el relato oficial de equilibrio en las cuentas públicas. El gasto se disparó 35.2% en pleno año electoral.
La provincia de Tucumán experimentó un dramático deterioro de sus cuentas públicas durante el segundo trimestre de 2025, según un informe de la consultora Politikón Chaco que contradice abiertamente el discurso oficial del gobierno de Osvaldo Jaldo sobre la «solidez fiscal» provincial.
Los números son contundentes: mientras en el mismo período de 2024 Tucumán exhibía un robusto superávit primario del 19.7%, en 2025 se desplomó a un déficit del -1.4%. El resultado financiero muestra una caída aún más pronunciada: del 18.6% de superávit al -2.2% de déficit, configurando uno de los retrocesos más abruptos del país.
La explosión del gasto: la peor cifra del país
El detonante de esta crisis fiscal fue el descontrol en el gasto público. Tucumán registró el segundo aumento más alto a nivel nacional -solo superado por Formosa- con una expansión del 35.2% en términos reales interanuales. Este crecimiento cuadruplicó el alza de los ingresos, que fue del 7.6%, pulverizando el superávit histórico que la administración Jaldo había heredado.
El contraste con el relato oficial no podría ser más stark. Mientras las cuentas públicas se derrumbaban, el gobernador Jaldo afirmaba que «llegamos para equilibrar nuestro presupuesto en lo económico, financiero y presupuestario, y lo cumplimos al cien por ciento». Por su parte, el ministro de Economía, Daniel Abad, insistía en que «Tucumán muestra una situación fiscal sólida».
El costo de la «paz social» prometida
Las declaraciones oficiales, que destacaban la «paz social» y las «más de cuarenta obras en ejecución», contrastan con la realidad de un gasto corriente que se expandió 11.7% y unos servicios no personales que se dispararon 128.4%, según el informe que analiza los datos fiscales oficiales.
La situación de Tucumán refleja una tendencia nacional, aunque con particular intensidad: a nivel país, el superávit consolidado de provincias cayó del 0.80% al 0.17% del PIB. Sin embargo, Tucumán se destaca negativamente entre las nueve provincias que cerraron con déficit primario, uniéndose a territorios como Tierra del Fuego (-8.4%) y Chaco (-3.8%).
Silencio en medio de la tormenta fiscal
El informe deja al descubierto la insostenibilidad del modelo de gasto tucumano, particularmente en un año marcado por la intensa actividad electoral. Las autoridades provinciales no se han pronunciado sobre estos datos que contradicen su narrativa de gestión exitosa.
Mientras el gobierno provincial insiste en que «Tucumán seguirá consolidando su equilibrio», los números muestran una realidad diferente: la provincia pasó de ser ejemplo de superávit a caso testigo del deterioro fiscal en apenas doce meses, planteando serios interrogantes sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas hacia el final de la gestión.
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