Un estudio argentino publicado en la revista Pharmacology, Biochemistry and Behavior demostró resultados prometedores en el uso de cannabidiol (CBD) para niños con trastorno del espectro autista (TEA) que no respondían a tratamientos convencionales. El trabajo, en el que participó el investigador tucumano Pablo Sebastián Fortini (foto), reveló que el 90% de los pacientes tratados experimentaron mejoras significativas en al menos uno de sus síntomas más graves, impactando positivamente en su calidad de vida y la de sus familias.
Fortini, integrante del Equipo de Neurodesarrollo INIZIO, con sede en Tucumán, colaboró junto a Javier Toibaro (Hospital Ramos Mejía, CABA) y Roberto Caraballo (Hospital Garrahan, CABA) en esta investigación centrada en 20 niños y adolescentes con TEA severo (niveles 2 y 3 según DSM-5), discapacidad intelectual y conductas resistentes a terapias previas.
El estudio, de diseño prospectivo y observacional, evaluó durante once meses los efectos del CBD purificado (Convupidiol), un derivado del cannabis sin efectos psicoactivos. Los resultados mostraron que el 83,5% de los síntomas graves (como agresividad, irritabilidad e hiperactividad) mejoraron, con un 50% de esos casos alcanzando una mejoría superior al 75%. Además, se redujeron conductas repetitivas (núcleo del autismo) en la mitad de los pacientes, mientras que la irritabilidad y el retraimiento social disminuyeron un 33% y 40%, respectivamente.
Caraballo destacó la importancia de incluir la perspectiva de las familias en la evaluación: «La participación de los padres es fundamental. Muchas veces se priorizó lo cuantitativo, pero su mirada cualitativa es clave».
Aunque el tratamiento fue bien tolerado (solo dos interrupciones por efectos adversos leves), los investigadores, incluido el profesional tucumano, remarcan la necesidad de ampliar los estudios con grupos de control y más participantes para confirmar los hallazgos.
Este avance, con sello argentino y aporte local, abre nuevas esperanzas para el manejo del TEA severo, combinando innovación terapéutica y rigor científico.