Por Edy Cifre, corresponsal Europa para El Federalista
Las comunidades alemanas se esfuerzan por acoger a un número creciente de refugiados, pero escasean las viviendas y en muchas ciudades aseguran que no tienen personal para llevar a cabo programas de integración.
Diemelstadt, una pequeña ciudad del estado de Hesse, se enfrenta a problemas logísticos y burocráticos para acoger a los refugiados.
El Gobierno central alemán y los Länder cerraron ayer, miércoles (10.05.2023), con un compromiso de mínimos la primera ronda de negociación sobre la financiación de la acogida de refugiados
, lo que deja abierta una cuestión que enfrenta desde hace semanas al canciller, Olaf Scholz, y a los líderes regionales.
Scholz compareció ya entrada la noche del miércoles para anunciar que los estados federados recibirán 1.000 millones de euros adicionales este año para financiar parte de los costos del incremento de solicitante de asilo.
cuya cifra en el primer cuatrimestre del año ha aumentado en un 78,4 % con respecto al mismo periodo de 2022.
Sin embargo, la demanda central de los Länder, una reforma del sistema de financiación para que las partidas presupuestarias asignadas sean proporcionales al número de refugiados acogidos, queda por el momento sin respuesta y será retomada el próximo mes de noviembre.
Alemania se encuentra ante un «gran reto», afirmó Scholz en su comparecencia, no sólo por el aumento del número de solicitantes de asilo, sino porque el país alberga a día de hoy a más de un millón de refugiados ucranianos los cuales no atraviesan dicho proceso.
Fuente: DW TV