La séptima audiencia del juicio oral contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa terminó, tras una breve jornada en la que se mostraron los chats de los imputados y se escuchó a los padres de Fernando.
Además, se clarificó de quién era la zapatilla que quedó marcada en la cara del joven y todas las miradas siguen posadas sobre Máximo Thompsen, el acusado más complicado judicialmente.
Silvino y Graciela, los padres de la víctima, hablaron con la prensa y leyeron un comunicado: «A tres años sin Fernando queremos paz y justicia, por eso el próximo 18 de enero realizaremos una oración intrerreligiosa en memoria de nuestro querido hijo. Será en el Anfiteatro de Dolores y los queremos invitar a todos a colaborar con una colecta solidaria que puede ser un alimento no perecedero o útiles escolares que serán donados a distintas entidades».
«Queremos convertir el profundo dolor de la ausencia de Fernando en solidaridad, esperamos contar con su presencia. Cada vez nos acercamos más a la justicia para que Fer pueda descansar. Gracias a todos por el acompañamiento de siempre».
Luego, respondieron algunas preguntas y manifestaron: «Se comprobó que ellos siempre supieron lo que hacían desde un principio, los únicos que no lo sabíamos fuimos nosotros».
«No presenciamos todos los testimonios, pero escuchamos los audios y fue muy fuerte ver como festejaron y como nuestro hijo había ‘caducado’. Es desgarrador», expresó Graciela.