La Policía, según la Real Academia Española, es el cuerpo a las órdenes de las autoridades políticas o militares que se encarga del mantenimiento del orden público, la seguridad de los ciudadanos y el cumplimiento de las leyes, o así debería ser.
En Tucumán, la Policía parece no saber bien sus funciones, ya que cinco policías y ex policías de la provincia fueron detenidos como acusados de cometer secuestros extorsivos y asaltos a manos armados.
El Departamento Antisecuestro Norte de la Policía Federal continúa intentando desbaratar esta organización delictiva, que viene siendo investigada desde febrero a partir de un asalto. En esa oportunidad seis hombres armados ingresaron a una vivienda simulando un allanamiento por parte de la policía provincial.
Sin orden judicial alguna, esposaron a la víctima, le hicieron expresa mención de que su libertad «tenía un precio» y se lo llevaron del lugar. Luego de negociaciones con los familiares de la víctima, acordaron el rescate y liberación del secuestrado con un pago de 200 mil pesos.
Una vez radicada la denuncia, el fiscal federal de San Miguel de Tucumán Agustín Chit, con el asesoramiento de la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos a cargo de Santiago Marquevich, ordenó la investigación del caso.
Tras una serie de averiguaciones, se determinó que una serie de hechos delictivos de similares características ocurridas en la provincia de Tucumán, estaban relacionados a dicha banda.