La primer ministra de Finlandia, Sanna Marin, es protagonista de los medios hace varias semanas, desde cuando solicitó la entrada de Finlandia a la OTAN.
Ahora también es al centro de fuertes polémicas por unos videos donde se la ve bailando de forma desenfrenada, hasta ahí, nada para objetar, Sanna es reconocida por sus maneras excéntricas de vivir, las acusaciones nacen desde la hipótesis que, en esas fiestas, hacían uso de drogas ilícitas como la cocaína, y además, se supone que, algunas de esas fiestas se desarrollaron en plena emergencia sanitaria.

Estas fuertes polémicas, luego de las filtraciones de los conrovertidos videos que evidencian, como protagonista, a Sanna Marin, primera ministra del país, en Filnandia se ha desatado una fuerte crisis de gobierno.
No es la primera vez que Marin es acusada de un «comportamiento irresponsable». El año pasado, la primera ministra causó revuelo después de ir a una fiesta a pesar de saber que varios de sus colegas, con quienes había tenido contacto, habían dado positivo de covid.
Un escándalo nivel Boris Johnson, que sacude Finlandia. En agravar la situación son las personas que se ven en el vídeo que son «reconocidos de la farándula» de Finlandia, y un supuesto coro que pide «pandilla harina» haciendo referencia a las drogas.
Marin, en una conferencia de prensa, descartó que consumiera drogas y afirmó que sólo había tomado alcohol de baja graduación. Sin embargo, la primer ministra, se negó a hacerse un test de drogas, como le han pedido desde los partidos políticos de la oposición.
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