El gobernador de la última provincia oriental que queda parcialmente bajo el control de Ucrania, pero ante los masivos misiles rusos a la población civil, exhortó el martes a sus más de 350.000 residentes a huir, mientras Rusia intensifica su ofensiva y se emitían alertas aéreas en casi todo el país.
El gobernador Pavlo Kyrylenko dijo que es imperativo sacar a los habitantes que quedan en la provincia de Donetsk para salvar vidas y permitirle al ejército ucraniano defender mejor los poblados del avance ruso.
Rusia enfrenta numerosas sanciones, de la Corte Internacional de Derechos Humanos, del Consejo Internacional de Derechos Humanos, y el bloqueo realizado a dicho país como castigo a la invasión a Ucrania.
“El destino del país entero se decidirá por la región de Donetsk”, declaró Kyrylenko a reporteros en Kramatrosk, el centro administrativo de la provincia y sede del cuartel regional del ejército ucraniano.
“Una vez que haya menos gente podremos concentrarnos más en nuestro enemigo y realizar nuestras tareas principales”, afirmó Kyrylenko