Por Martín Javier Augier
El 5 de julio de 1683, por cedula real el gobernador del Tucumán don Fernando de Mendoza y Mate de Luna, fundó oficialmente la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Estuvieron presentes en el solemne acto los vecinos principales del valle central, entre los que se destacaban el Maestre de Campo don Ramón Correa de Silva, y su cónyuge doña Ignacia de Olmos y Aguilera de Barros Sarmiento.
La fundación precisaba de indispensables elementos que debían darse: principalmente debía elegirse el sitio y nombre de la ciudad. Se requería la presencia de un sacerdote o escribano, y debía fundarla un noble o en lo posible un hidalgo. Se designaba el santo patrón de la ciudad, San Fernando pasó a ser el santo patrón de la ciudad de Catamarca. Se plantaba el Rollo o Árbol de la Justicia de Su Majestad, ese tronco debía ser sin ramas y sin hojas, la osadía de quitarlo era so pena de muerte.

Don Fernando de Mendoza y Mate de Luna, era uno de los pocos fundadores de esta región que fue caballero de la Orden de Santiago 1644-1645.
