Lejos de mejorar, la empresa YPF cayó en picada desde el momento en que pasó a manos del Gobierno argentino un 16 de abril de 2012.
A través de un decreto, el Gobierno había establecido la expropiación del 51 por ciento de la petrolera nacional, con la promesa de revertir la caída de la producción petrolera.
Como era de esperar, las promesas no se cumplieron y a 10 años de haberle quitado YPF de las manos a Repsol, la empresa vale un 75% menos y enfrenta un juicio millonario contra el fondo Burford.
Por su parte, sin admitir ningún tipo de error, Cristina Kirchner se refirió al tema en el acto del 2 de abril y dijo: «Ahora Vaca Muerta es nuestro”, asegurando que, si no fuera por la expropiación, “no habría Vaca Muerta ni soberanía hidrocarburífera».