Ya es una tradición que los jóvenes que pasan a su último año de secundario organicen una celebración conocida como UPD, último primer día. Esta celebración era anoche, ya que hoy comenzaron las clases, pero el festejo se vio truncado para miles de estudiantes tucumanos.
El IPLA decidió desarmar una fiesta organizada en un boliche del centro, en San Martín al 1.100, por no contar con las habilitaciones pertinentes.
Se justificó este desalojo con que la fiesta era en un local que estaba clausurado. Por su parte, los jóvenes aseguraron que ellos tenían un contrato firmado con el supuesto dueño del local.
¿Estafa?