VIDEO: intentó atropellar a una mujer en pleno centro y la roció con gas pimienta

El testimonio de una mujer tucumana recorre las redes sociales. La mujer pide su difusión para que pueda hacer justicia, ya que alega que otra mujer intentó atropellarla, a plena luz del día, en el microcentro de la ciudad.

Todo ocurrió en Crisóstomo Álvarez al 300, el pasado sábado. Según el relato de la víctima, la mujer que intentó agredirla no pudo lograrlo y optó por rociarla con gas pimienta, lastimando su piel.

En el posteo viral se adjuntaron videos y fotos de lo ocurrido, a modo de probar la veracidad de la historia relatada por la joven tucumana.

Esta es la historia, contada en primera persona por la agredida: “En pleno centro de Tucumán, Crisóstomo al 300, una mujer intentó ATROPELLARME con su Auto Dominio MZN 933 a nombre de BARCELO MARIA JOSÉ y como no lo consiguió me tiro GAS PIMIENTA en AEROSOL, ocasionando lesiones en mi cuerpo (rostro, brazos,pecho y ojos). Esta INADAPTADA por cuadras me persiguió hasta lograr su objetivo: dañar porque sí a una persona honrada”.

Además, agrega: «Les pido a todos mis conocidos COMPARTIR esta publicación así la JUSTICIA actúe».

«Paso a contarles lo que sucedió y adjunto videos del auto cuando huye. Los videos fueron enviados por testigos que se encontraban en el lugar, y las cámaras del sitio también sirven para corroborar mi relato. Mi nombre es Johana Loto y soy una persona trabajadora, honesta, educada y por sobre todo incapaz de perjudicar a un ser humano.

El día sábado 12, a las 19:20 aproximadamente, circulaba x calle Ayacucho, antes de llegar al semáforo de Crisóstomo Álvarez, y el tráfico estaba detenido. Acomodo el espejo de mi moto y paso lentamente al lado de un auto negro por la mano derecha a esperar hasta que el semáforo se ponga verde. Cuando da el verde, doblo hacia Crisóstomo y una cuadra después me aparece esta desquiciada, de 48 años más o menos, robusta, insultando que con mi espejo toque el espejo de su vehículo. Esto jamás pasó. Le respondo que ni lo toqué, porque sino hubiera pedido disculpas, a pesar de que estaba perfecto su retrovisor, y sigo avanzando. Se vuelve a colocar a toda velocidad en Crisóstomo-Buenos Aires para insultarme y amenazarme de muerte, palabras exactas: «Te voy hacer ping* culia*».

La dejo hablando sola y sigo mi camino. Jamás imaginé que estaba planeando atropellarme cuadras más adelante y preparando su gas a aerosol. El tráfico estaba muy tranquilo a esa hora. Cuando llego a Crisóstomo Álvarez 321 me quiere chocar, empiezo a tratar de orillarme para no caer, me tira el auto impidiendo mi paso mientras en su mano tenía preparado el GAS PIMIENTA. Ella gritaba sacada diciendo «Toma c*», yo tenía puesto mi casco y esto me ayudó, entre comillas, a que no sea peor. El frente del lugar había un agente de tránsito quien le grita que se detenga le toca el silbato y ella HUYE del lugar. Me quemaba la piel, comencé a tener dificultad para respirar, náuseas, no podía ni abrir los ojos.

A pesar de este tan mal momento vivido tengo que destacar a la docena de personas que se SOLIDARIZARON conmigo. A Ariel que me guardo mi vehículo en su guardería, mientras Coco me llevaba a toda velocidad en su camioneta al hospital Padilla, al chico del 107 que me dijo su nombre pero no lo recuerdo, que a pesar que había terminado su horario laboral se bajo a socorrerme, a Yamile que estaba en la parada del colectivo viendo la situación y llamo a mi familia, se hizo cargo de mis pertenencias y me acompañó desinteresadamente al hospital. Estoy hablando de personas que no me conocían pero con un corazón gigante y que no dudaron en ayudar. Varios de ellos por ayudarme se vieron perjudicados por el producto que tenía en mi cuerpo y comenzaron con reacciones. La gente de bien somos más que la mujer maligna con la que me cruce.

La policía llego después, la Ambulancia del 107 jamás apareció. Cuando respiraba con dificultad y me quemaba la piel, la gente decidió llevarme en un vehículo particular.

La denuncia está realizada, lo que hizo esta psicópata no tiene justificación, aparentemente es DOCENTE, pero no puede educar a nadie ni hacerse cargo de si misma. Quiero destacar el accionar del Hospital Padilla: me atendieron en el acto, me hicieron lavaje, colocaron inyectables, suero y crema para quemaduras. Estoy con gotas ya que tengo mis ojos súper irritados y con crema por las lesiones en la piel».

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