Santiago Micheli despertó y afirmó que un docente lo atacó

Ruidos extraños, wi-fi con problemas, un teléfono que no paraba de sonar y un  perro ladrando: la dramática escena que alertó a los vecinos de un joven profesional de Yerba Buena y los hizo contactar a la familiar para poder ingresar a su departamento.

Santiago Micheli, de 29 años, sufrió un feroz ataque y permanece internado, pero mejorando contra todos los pronósticos y para desventaja de su agresor.

Sus familiares continúan la lucha para saber qué sucedió entre el 25 y 26 de diciembre, cuando la víctima fue encontrada en su departamento inconsciente y con heridas de gravedad producto de una golpiza, pero la esperanza resurgió: Santiago despertó y pudo señalar al culpable.

Sergio Micheli, hermano de la víctima, fue hasta el lugar. “Los vecinos me avisaron que algo malo había pasado. Cuando llegué lo encontré destruido. Le agarré la mano y le pregunté qué había pasado. Sólo pudo balbucear la palabra ‘ayuda’, o eso entendí”, explicó el joven. Santiago fue trasladado al hospital Padilla y, luego de haber sido estabilizado, terminó siendo internado en terapia intensiva en grave estado.

Ahora todo apunta a un mismo culpable, ya señalado por la familia y ahora culpado por el mismo Santiago. Se trata de un docente de nivel medio que ya fue denunciado ante el fiscal Ignacio López Bustos que está al frente de la causa.

Dos fiscales intervinieron en esos días en la causa. Pedro Gallo, como titular de la Fiscalía de Graves Atentados contra las Persona y luego Carlos Sale, como fiscal de feria. Pero ambos se toparon con un duro obstáculo: por su estado de salud no pudieron tomarle declaración para que identificara quién lo había agredido. Ordenaron que se realizaran allanamientos en el departamento donde se registró el caso. Secuestraron el celular del joven y otros dispositivos electrónicos. También tomaron una muestra de fluido biológico encontrado en la cama del lesionado que está siendo peritada y que podría pertenecer al agresor.

A mediados de enero, Micheli tuvo una leve mejoría. Si bien es cierto que aún no podía hablar, comenzó a comunicarse con señas con sus familiares. Cuando pudieron le preguntaron quién lo había golpeado salvajemente. Para ello utilizaron un particular sistema: le decían nombres y le pidieron que cerrara una vez los ojos si era un no y, si la respuesta era un sí, que cerrara dos veces sus ojos. Así lograron que identificara al sospechoso, primero lo hizo una tarde y, para estar seguro, repitieron la maniobra al día siguiente. Pero su estado de salud volvió a complicarse y no pudo hacer lo mismo ante las autoridades.

Juan Pablo Di Lella, que asumió el rol de querellante, se presentó ante el fiscal López Bustos (que por cuestiones de feria quedó al frente de la causa) y presentó a los allegados que observaron esa situación para que brindaran testimonio de lo que había sucedido. Con ese elemento, ordenó que se realizara un allanamiento en la casa del mencionado por la víctima.

El miércoles 19, personal del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) y de la división Homicidios, al mando de la comisario Juana Estequiño, se presentaron en la casa del sospechoso, que también reside en Yerba Buena para realizar un allanamiento. El sospechoso, que se mostró sorprendido por la presencia de los investigadores, se encontraba con su pareja. Según trascendió, los pesquisas se llevaron celulares y otros dispositivos electrónicos para analizar.

Fuente: La Gaceta.

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