Por Martín Javier Augier
El día 17 de noviembre se conmemoró: El Día del Escultor y de las Artes Plásticas. Se recuerda a la artista Dolores Candelaria Mora – de la Vega, más conocida como Lola Mora.
La tesis salteña afirma que Lola nació en Salta el 17 de noviembre de 1866. Se basa en un censo de 1869, de la localidad de La Candelaria. La tesis tucumana afirma que nació en Trancas Tucumán, su acta de bautismo en la parroquia San Joaquín de Trancas, del día 22 de junio de 1867, de dos meses de edad.
Apuntes de la familia y vida de Lola Mora
Hija de don Romualdo Mora y Doña Regina Vega (de la Vega), quienes fueron enterrados en el cementerio de la ciudad de San Miguel de Tucumán.

Su padre Romualdo Mora Mora, había nacido en 1835 en San Miguel de Tucumán, adquirió el manejo de las tierras que pertenecían a su suegro don Benigno de la Vega, padre de Regina Vega de Mora. Romualdo fue juez de paz, y funcionario en Salta (departamento de La Candelaria, El Tala, El Jardín y Ruiz de los LLanos, sur de Salta, limite en el norte con Tucumán), fue enterrado en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

Catedral Nuestra Señora de la Encarnación, San Miguel de Tucumán.
Don Benigno de la Vega, (abuelo materno de Lola) ya estaba afincado en el Curato de Choromoros desde antes 1770, casado con doña Francisca Paula Sardina Cabezas, dueños de la estancia «El Tala» donde pasaba el Río Tala dando nombre al lugar, dicha propiedad de más de 7 leguas que abarcaba parte de Trancas, también estaba a nombre de don Miguel de la Vega Heredia, casado con doña Rufina Fernández, hijo de Don Juan De la Vega casado en 1815 con doña Barbara Heredia Salas, nieta del Sargento Mayor Don Fermín Anastasio de Salas de la Zerda tataranieto de don Miguel de Salas y Valdés (Salas y Valdez) y de doña Josefa de la Zerda Alvarez de Toledo. Muy posiblemente Miguel y Benigno eran hermano o padre e hijos, ya que ambos eran dueños de la estancia El Tala, lindera a la estancia de los Arias (Arias Rengel).
La familia de la Vega posiblemente sea Lasso de la Vega oriunda de Tarija, fueron gente de muchas tierras, sencilla de campo, sin instrucción, de numerosos hijos, que luego pasaron a ocupar puestos de trabajadores rurales o de pequeños agricultores.

Partida de Bautismo de Dolores Candelaria Mora – de la Vega. La misma está asentada en los registros bautismales de Trancas – Tucumán. Libro 11. (F. 190.)

Hallazgos del Dr. Raúl Cossio Etchecopar
Quién notó que en el libro de matrimonio de la Parroquia de San Joaquín de Trancas. Volumen 11, se encuentra divido en las partidas que corresponden a la provincia de Salta que van desde la 134 hasta 165, que comprenden las partidas de La Candelaria, del Tala de la provincia de Salta, lugar que Salta se adjudica el lugar de nacimiento de Lola Mora.

Con está mera observación documental podemos dar cuenta que en los registros eclesiásticos existía una separación y nota marginal o glosa que indicaba la procedencia o lugar de nacimiento de los bautizados. Su hallazgo reside en observar que cada hoja menciona el lugar de origen de los bautizados: la partida de bautismo de Lola Mora del día 22 de junio de 1867, es de la sección de Trancas (Tucumán) Folio 191. La siguiente hoja (Folio 191), corresponde a Colalao, las anteriores partidas que corresponden al departamento de La Candelaria (Salta) van del folio 135 hasta 165.

Vida de Lola Mora
Fue internada en el colegio Nuestra Señora del Huerto de Tucumán, su maestro inicial fue el pintor italiano Santiago Falcucci, quién describía a la joven Lola como «una gran artista». Lola Mora fue autora de numerosas obras en la provincia de Tucumán.
El mural con relieve en la casa histórica, la estatua de la Libertad en la Plaza Independencia, el busto de Juan Bautista Alberdi, carbonillas de las personalidades tucumanas, algunas de las numerosas obras de Lola que podemos citar en la provincia de Tucumán.
Para perfeccionarse en Italia obtuvo una beca el 3 de octubre de 1896, que le fue otorgada por el presidente Dr. José Evaristo Uriburu. Fue amiga personal de Julio Argentino Roca.

En Buenos Aires, el 23 de junio de 1909, contrajo matrimonio con Luis de Jesús Hernández Otero (quién era menor que ella), hijo del ex gobernador de Entre Ríos en 1891, don Saba Sacarías Hernández, y de doña Dominga Otero Acevedo, familias de viejo arraigo en Santa Fe.

Matrimonio de Don Luis de Jesús Hernández Otero y Doña Dolores Candelaria Mora de la Vega, siendo testigo Don Manuel Otero Acevedo de 42 años y Doña Rosario C. de Avellaneda de 55 años. Firma el cura de la parroquia José Apolinario de Casas [2] En el acta puede leerse que su madre es escrita correctamente De la Vega.
En la información matrimonial 2261, puede leerse el nombre correctamente de los testigos firmantes Manuel Otero Acevedo, Clorinda Garmendia de Avellaneda. Además la firma de Luis Hernámdez Otero y de Lola Mora.
Lola Mora quién no fue de fortuna, sino más bien de clase media, hizo innumerables obras en Tucumán, Salta, Jujuy, Buenos Aires. Había logrado así poder costear su vida matrimonial con el joven Otero en Italia.
Luego de mucho sacrificio por ser una mujer desafiante, transgresora, que rompía los estereotipos, Lola se encontraba dando clases de escultura en Italia y su casa era un epicentro social y cultural en Roma.
Lola Mora y su regreso a la Argentina (1915)
Su vida matrimonial no fue buena, al poco tiempo el joven Otero se separa y contrae nuevas nupcias con una italiana.
Lola dejó su casa en Roma Italia sin traerse nada, y regresó a la Argentina donde invirtió toda su fortuna buscando petróleo en Rosario de la Frontera Salta, adquirió una propiedad en «Las Bateas», localidad de Los Baños, Rosario de la Frontera.
No estaba muy alejada, pues dicha localidad posee numerosas reservas de petroleo.
El derrotero de Lola Mora fue cada vez peor, sus empresas fracasaban constantemente, se estableció en la ciudad de Salta. Empobrecida totalmente arruinada, su familia la auxilio.
Sus hermanas Angélica Mora de Navarrini y Paula Mora de Rücker, casada con Guillermo Rücker (alemán), quienes vivían en la provincia de Buenos Aires, enteradas de la situación llevaron a Lola. La célebre artista vivió con los Rücker Mora, hasta su paso a la inmortalidad el día 7 de junio de 1936.
Su muerte se hizo eco en todo el país, actualmente reconocida mundialmente como primera escultora de América.
