A la espera de cambios en el Gabinete provincial, todavía una incógnita, pero prácticamente un hecho, el gobernador interino Osvaldo Jaldo ordenó desalojar a un diputado nacional que, curiosamente, tenía un despacho privado en la Casa de Gobierno de Tucumán.
Según la versión digital del reconocido semanario tucumano Cuarto Poder, se trata nada más y nada menos que de Pablo Yedlin, manzurista –por ahora- y candidato a senador por el Frente de Todos, que el 14 de noviembre buscará ascender en el Congreso nacional.
En su tradicional columna titulada “Don Eduardo”, el medio revela que el diputado se había hecho montar una oficina privada en el edificio de 25 de Mayo 90, donde trabajan los empleados y funcionarios que dependen del Estado provincial, no nacional.
Según, Don Eduardo, el parlamentario Yedlin, ante la orden de Jaldo, se habría retirado sin reparos y replanteándose su lealtad con Juan Manzur, como con José Alperovich hace no mucho tiempo, allá por 2016, durante el primer año de mandato del ahora jefe de Gabinete de Nación.
—¿Y qué hizo Yedlin?
—Se fue silbando bajito con la mochilita en la espalda.
—¡¡¡Usted no sirve, Eduard…!!!
—Se agradece el cumplido.
—¿Y ahora qué hace?
—Se pasó al bando de los desencantados.
—¿Cómo es eso?
—No le gustó la decisión de Manzur de irse de Jefe de Gabinete y ahora afirma que las medidas que se tomen a nivel nacional no servirán para revertir los resultados.
—¿O sea que quiere que le vaya mal a Manzur?
—Como dicen ustedes los tucumanos: vo vé.