Las operaciones de la interna peronista tucumana trascendieron –hace rato- la frontera del absurdo, pero ahora también superaron los límites del ecosistema de medios provincial. Ahora es la TV porteña nacional la que se hace eco de los improperios que se vomitan, de un lado y del otro, el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo, quienes mantienen presa a Tucumán de una feroz interna por el sillón de Lucas Córdoba, contienda que recién tendrá lugar en 2023.
En el programa nocturno que conduce Rolando Graña en la señal América 24, el periodista mostró el video de Jaldo que se hizo viral por el insulto sin pelos en la lengua que le dedicó a Manzur. “Se va a tener que meter el oflador ya saben dónde”, despotricó en un acto el vice, en referencia a uno de los exitosos giros discursivos que mostró el primer mandatario en la campaña de 2015, la que le valió su cargo ejecutivo por primera vez en su carrera política.
La pregunta del millón es ¿a quién, fuera de Tucumán, podría importarle la interna peronista local? ¿Por qué un periodista porteño haría hincapié en la pelea entre dos caudillos provinciales, que en nada afecta el acontecer nacional? La respuesta también podría traducirse en millones, como los que viajaron vía trasferencia bancaria especialmente entre 2015 y 2019, cuando la anterior secretaria de Comunicación Pública de Manzur, proveniente de Buenos Aires, les abrió la billetera a sus colegas porteños a cambio de que su representado desfilara por distintos sets televisivos y por pases esporádicos de joyitas audiovisuales manzuristas.
En plena campaña, las viejas recientes prácticas vuelven a asomar. ¿Será resultado de retornos inesperados?