A un año del crimen de Fernando Báez Sosa, su madre, Graciela Sosa, tomó la palabra y aseguró que el «dolor» que siente junto a su esposo «va a ser para siempre» e insistió en su reclamo de «prisión perpetua» para los rugbiers detenido por el hecho.
En una rueda de prensa, los padres pidieron que «empiece el juicio», al que consideraron como un «bálsamo» por el dolor de la pérdida de su hijo.
«Nosotros deseamos que sea una condena ejemplar. Pensamos que debe ser perpetua. Queremos que cumplan con la ley y que no por buena conducta salgan a los cinco o diez años», expresó Graciela.
«Deseo que se hagan responsables de lo que ocurrió. La verdad es que sus hijos venían haciendo cosas y tapaban todo. No hubiera pasado lo que pasó si les hubieran puesto un freno», dijo.
Silvino Báez expresó su deseo que los responsables del crimen sean juzgados por un tribunal popular: «Hay pruebas suficientes. Van a pagar, sea como fuera».