En el día de hoy, se cumplen seis años del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman en Puerto Madero. Este hecho generó conmoción en el sistema político y judicial argentino, y su muerte continúa en el misterio.
Las hipótesis sobre quién disparó la bala que acabó con su vida son varias. Lo cierto es que Sara Garfinkel, su madre, encontró el cuerpo del fiscal sin vida en el baño de su casa, en la noche del 18 de enero de 2015.
a muerte se produjo el día anterior a la presentación que tenía prevista ante el Congreso nacional para fundamentar su denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner, contra su canciller Héctor Timerman y otros funcionarios del kirchnerismo por haber promovido una trama de supuesto encubrimiento a los acusados iraníes de perpetrar el atentando a la sede de la AMIA en 1994, mediante la firma de un tratado de Entendimiento con laRepública Islámica de Irán.
La denuncia de Nisman se basaba en un supuesto pacto secreto con Irán que habría incluido, además de un intercambio comercial de granos argentinos por petróleo, el pedido del Gobierno argentino a Interpol para que cesara las alertas rojas contra los acusados iraníes, y así garantizar su impunidad.
Otro dato trascendental es que el sábado 17 de enero, el día anterior a su muerte, Nisman recibió 40 llamadas telefónicas de las entonces diputadas nacionales del PRO Patricia Bullrich y Laura Alonso, que son las que habían cursado la invitación al fiscal al Congreso para que profundizara el contenido de su denuncia.
En la tarde de su fallecimiento, Nisman recibió de manos de su colaborador informático, Diego Lagomarsino, con quien compartía una cuenta bancaria en Estados Unidos, la pistola con la que se efectuó el disparo mortal en la cabeza.