Fueron 47 los tenistas que se trasladaban en avión desde Estados Unidos para participar del Abierto en Australia pero, debido a que dos pasajeros que viajaban en la misma nave dieron positivo de coronavirus todos los deportistas fueron enviados a realizar una cuarentena preventiva en sus hoteles.
Los dos pasajeros contagiados no son jugadores, sino que uno es miembro de la tripulación y la otra persona está relacionada con la organización del torneo. En este caso, como todos los pasajeros se consideran contactos estrechos, los tenistas deberán permanecer aislados y sin la posibilidad de empezar con sus entrenamientos para el primer Grand Slam del año.
Según la agencia de noticias AFP, Victoria Azarenka (campeona del Abierto de Australia en 2012 y 2013), Sloane Stephens y Kei Nishikori, son los competidores más afectados.
El Abierto siempre suele hacerse en la segunda quincena de enero, pero este año no se podrá concretar ya que fue reprogramado del 8 al 21 de febrero para que los jugadores puedan cumplir con los 14 días de aislamiento que exige el gobierno australiano.
La propuesta siempre es, en principio, que los jugadores puedan llegar con anticipación para poder entrenarse mínimo cinco horas al día. Con el confinamiento que se les exige, solo podrán permanecer en sus hoteles hasta completar los días. Entre los aislados, se encuentran dos argentinos: Juan Ignacio Londero y Guido Pella.