Ya se sabía que tres de cuatro equipos iban a ser semifinalistas argentinos en la Copa Sudamericana, pero solo faltaba ponerle nombre al último cupo: Lanús, que venció 3-1 a Independiente en el Libertadores de América, tras el 0-0 en La Fortaleza.
El Granate aprovechó los errores defensivos en la última línea del Rojo, manejó el desarrollo del partido a su voluntad y sentenció la llave con goles de Tomás Belmonte, José Sand y Nicolás Orsini, todo en el primer tiempo.
El desenlace de la historia se vio venir apenas a los tres minutos: el equipo de Lucas Pusineri jugó para atrás, Alan Franco se desentendió con Alexander Barboza y el ex San Telmo cortó a Lautaro Acosta de manera arriesgada para ganarse la tarjeta amarilla, en una jugada que paralizó los corazones en el banco local.
El primer gol del encuentro se produjo a los 15 minutos, a raíz de una desprolijidad en la salida del conjunto de Avellaneda: Pablo Hernández quiso tirar un caño dentro del área grande, en lugar de despejar, perdió la pelota y Belmonte sacó un derechazo inalcanzable para Sebastián Sosa.

El tercer gol de Lanús también tuvo como protagonista a Franco, quien no pudo bajar una pelota aérea, la perdió y Orsini, con mucha clase, se la tiró por arriba a un indefenso Sosa.
El segundo tiempo estuvo de más. Independiente metió toda la carne al asador y fue a todo o nada por el milagro, aunque la suerte tampoco lo acompañó. A falta de dos minutos para el final, Andrés Roa recibió de espaldas al arco, se dio vuelta y marcó el descuento con una sutileza de zurda.
No hubo tiempo para más. Lanús, que había eliminado a San Pablo, uno de los «cucos», y a Bolívar en la altura, enfrentará a Vélez en la semifinal de la Copa Sudamericana, que tendrá al menos un equipo argentino como finalista. La otra llave la protagonizarán Defensa y Justicia y Coquimbo Unido.
En Independiente, en tanto, el panorama no es muy alentador, ya que para jugar una copa el año que viene tendrá que ganar sí o sí el torneo Diego Maradona. Mientras tanto, los dirigentes tendrán que oficializar el futuro de Pusineri, a quien ya le habían anticipado públicamente una renovación de ciclo, pero ahora hay más dudas que certezas.