Durante más de siete años, Luis Ángel Godoy, un ingeniero residente en La Plata, cargó con la pesada acusación de haber abusado sexualmente de su propia hija, una imputación impulsada por su expareja. Finalmente, la Justicia lo declaró inocente al determinarse que la denuncia en su contra carecía de veracidad.
El caso se inició en 2018, cuando la madre de la menor presentó una denuncia por presuntos abusos ocurridos en la vivienda del profesional. Según informaron a este medio fuentes vinculadas a la causa, los supuestos hechos habrían tenido lugar cuando la niña tenía entre siete y diez años de edad.
En la etapa inicial de la investigación, los abogados defensores José María Villada y Juan Gabriel Mendy solicitaron y obtuvieron la exención de prisión preventiva para su representado, por lo que Godoy nunca llegó a ser privado de su libertad.
En un momento del proceso, la Cámara de Apelaciones platense dispuso el sobreseimiento del ingeniero al considerar insuficiente la prueba para elevarlo a juicio. Sin embargo, el Tribunal de Casación revocó esa decisión y ordenó que la causa continuara su curso.
La madre de la joven se constituyó como parte querellante y el expediente avanzó hasta llegar a debate oral, que se desarrolló el jueves pasado ante el Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata, a cargo de la jueza Carmen Palacios Arias. La acusación estuvo a cargo de la fiscal Viviana Arturi.
Durante el juicio, la hija de Godoy, ya mayor de edad, prestó declaración. La joven reveló que su testimonio original, rendido años atrás en una Cámara Gesell, había sido falso y que lo había brindado bajo presión y amenazas de su madre y su abuela materna, en el marco del conflicto que siguió a la separación de sus padres.
Esta retractación fue avalada en el debate por el psicólogo que acompañaba a la testigo. La madre, por el contrario, mantuvo la versión inicial de los hechos.
Ante esta situación, la fiscalía consideró que no existían elementos para sostener la acusación de abuso y desistió de producir el resto de la prueba, lo que llevó a la magistrada a decretar la absolución de Godoy.
La resolución judicial también dispuso que la madre de la joven sea investigada por el presunto delito de «falso testimonio agravado».
Según relataron allegados al ingeniero, recién al escuchar el fallo «pudo sentir alivio y respirar con tranquilidad». Para él, fue un período de gran angustia que lo apartó de su vida cotidiana en La Plata y, durante un tiempo, también de su hija. En una fase del proceso, cuando la adolescente aún era menor, el Tribunal de Familia ordenó la revinculación con el padre y la joven pasó a vivir con una tía paterna en la misma ciudad.
La letrada que representó a la expareja de Godoy también fue citada en la nueva causa por falso testimonio. Desde la defensa del ingeniero manifestaron su intención de seguir de cerca esa investigación.
Otro caso de falsa denuncia
En 2013, Juan Foster fue denunciado falsamente por su ex pareja por abuso sexual y secuestro de su hijo, lo que derivó en doce años de separación del niño. Anteriormente, la madre también había acusado a la abuela paterna, Rosario Abduch, de un delito similar, pero la Justicia archivó ambas causas por no existir los hechos denunciados.
Si bien los tribunales penales sobreseyeron a Foster y a su madre al comprobarse que el niño no había sido víctima de ningún delito y que manifestaba deseos de verlos, la Justicia civil no logró restablecer el vínculo familiar.
En 2017, un intento de revinculación en un centro de salud mental no prosperó porque el menor, bajo la influencia de su madre, expresó un rechazo hacia su padre sin motivos claros.
En una entrevista reciente, Foster y Abduch expresaron su anhelo de recuperar el lazo perdido con su hijo y nieto, y de poder explicarle que nunca lo abandonaron.