La noticia de la partida de Gonzalo Urueña ha sumido a Tucumán en una profunda conmoción y tristeza. Su fallecimiento inesperado produce un vacío en la provincia, especialmente en el ámbito musical y en su querido Central Córdoba, un espacio que bajo su conducción se transformó en sinónimo de alegría, encuentro y arte.
Heredero del legado familiar y trabajador incansable al igual que sus hermanos Rubén y Alejandro, Gonzalo supo llevar el timón de Central Córdoba a un nuevo nivel, profesionalizando su escena y consolidándolo como la casa de los artistas más destacados del país.
Seductor, carismático, de espíritu generoso y siempre rodeado de afectos, vivió cada momento a pleno, tanto en los eventos más vibrantes como en sus merecidos descansos. Su partida deja un eco de incredulidad y dolor.
Desde Buenos Aires, su hermano Alejandro Urueña, colaborador compartió con consternación: «Anoche fue internado y hace rato nos damos con la noticia. No lo podemos creer. Solo pedimos respeto por la familia, y que recuerden a mi hermano siempre con una sonrisa».
