Un informe periodístico difundido este domingo por TN devela el sistema a través del cual la administración provincial de Santiago del Estero destina cuantiosas sumas de dinero público para apuntalar la estructura de poder del tesorero de la AFA. Asignaciones para salarios, un estadio internacional que funciona como plataforma para emprendimientos particulares y el «rápido ascenso» de un club bajo observación.
En el núcleo del poder del fútbol argentino, la figura de Pablo Toviggino, principal colaborador de Claudio «Chiqui» Tapia, está indisolublemente ligada a su territorio de influencia: Santiago del Estero. Una investigación reciente ha expuesto la simbiosis entre la conducción de la AFA y el gobierno santiagueño, mostrando un entramado donde el erario público, los negocios privados y los logros deportivos de Central Córdoba parecen integrar un mismo mecanismo.
La Caja Provincial: Salarios financiados con fondos estatales
El eje de esta alianza es el flujo de capital desde las finanzas provinciales hacia el club manejado por el entorno de Toviggino. La investigación tuvo acceso a 58 expedientes de aportes directos girados por el Ministerio de Economía santiagueño a favor de Central Córdoba.
Los montos son elocuentes y revelan el «respaldo» estatal al sostenimiento del club: En 2021, la institución percibió casi 300 millones de pesos. Para 2023, el monto se elevó a 460 millones de pesos. En total, entre 2020 y 2024, se transfirieron más de 1.000 millones de pesos (a valor nominal, sin considerar la inflación).
El aspecto más cuestionable de estos «convenios» es la aplicación de los recursos: los documentos especifican que el dinero se emplea para gastos operativos, viajes, vestimenta y, de manera fundamental, para abonar los salarios de los futbolistas profesionales. Así, la administración provincial asume los costos de funcionamiento de una entidad privada, creando una competencia desleal frente al resto de los clubes del fútbol argentino que deben autogestionarse.
El «Rápido Ascenso» y las dudas sobre los arbitrajes
Este apoyo económico sin restricciones coincide en el tiempo con lo que el reporte describe como el «crecimiento explosivo» de los clubes santiagueños desde que Toviggino administra las finanzas de la AFA.
El caso emblemático es Central Córdoba, que escaló desde el Nacional B a la Primera División, alcanzando incluso finales de Copa Argentina y clasificando a la Copa Libertadores. Si bien el informe se concentra en la ingeniería financiera, este «rápido ascenso» ocurre en un marco de impunidad y ausencia de controles externos en la AFA, alimentando las suspicacias de que los «acuerdos» no son meramente económicos, sino que aseguran un blindaje arbitral y deportivo para resguardar la inversión realizada por la provincia. La fórmula es sencilla: con Toviggino en un cargo clave y la provincia aportando los fondos, el triunfo deportivo del club se transforma en una política de estado.
El Estadio Único: Un circuito comercial cerrado
La complicidad se completa con el circuito de negocios establecido en torno al Estadio Único Madre de Ciudades, financiado íntegramente con dinero provincial.
El mecanismo señalado opera de manera coordinada: La provincia edifica y mantiene el estadio. La AFA, a través de Toviggino, designa a Santiago como sede de encuentros de la Selección y finales de copas.
El flujo de delegaciones y turistas es captado por el «Imperio Toviggino»: se alojan en el HT Hotel (propiedad vinculada al tesorero), cargan combustible en su estación de servicio y consumen sus vinos «Neurus».
Mientras los clubes del interior batallan por subsistir, en Santiago del Estero se ha afianzado un modelo donde los límites entre el Estado, la AFA y los emprendimientos particulares se han desdibujado por completo, con Central Córdoba como el principal beneficiario deportivo de este acuerdo de poder.
