Donald Trump planteó una exigencia directa a Nicolás Maduro para que abandone el poder de forma inmediata en la reciente comunicación telefónica que mantuvieron, pero el mandatario venezolano rechazó la propuesta, solicitando a cambio una amnistía general para sí mismo y su círculo cercano.
El domingo, el presidente norteamericano admitió que el contacto se había producido, señalando a la prensa: «No calificaría la conversación como buena o mala; fue simplemente una llamada».
Tanto la administración estadounidense como la venezolana se han abstenido de brindar precisiones sobre el contenido del diálogo, un hecho poco común que se habría registrado el pasado 21 de noviembre.
No obstante, informantes consultados por el Miami Herald revelaron que el jefe de Estado de EE.UU. transmitió un «mensaje firme» a su par sudamericano, quien es objeto de una campaña de presión de cuatro meses que incluyó un despliegue naval masivo ordenado por Trump frente a las costas venezolanas.
«Tenés que abandonar el país ahora»
«Podés protegerte a vos y a tu familia, pero tenés que abandonar el país ahora», habría expresado Trump, ofreciendo una salida segura para Maduro, su cónyuge y su hijo «solo si aceptaba dimitir en el acto».
Sin embargo, el presidente venezolano se habría negado a una renuncia inmediata y, según los reportes, formuló una serie de contrapropuestas. Estas incluían garantías de inmunidad judicial a nivel internacional y la posibilidad de transferir el control político, pero conservar el mando de las fuerzas armadas.
“En primer lugar, Maduro pidió una amnistía global por cualquier presunto delito cometido por él y su grupo, y esto fue denegado”, afirmó la fuente, que requirió permanecer en el anonimato.
“En segundo lugar, solicitaron mantener el control de las fuerzas armadas, en un esquema similar al implementado en Nicaragua en 1991 con Violeta Chamorro. Como contrapartida, permitirían elecciones libres”. El acuerdo, añadió la fuente, se parecía a un “modelo cubano” que dejaba a los hermanos Ortega como poder fáctico y, finalmente, facilitó su retorno al gobierno.
El gobierno norteamericano también desestimó esa idea. El tercer desacuerdo fue el cronograma: Washington exigía la renuncia inmediata de Maduro, y Caracas se oponía.
El medio sostuvo que no hubo más contacto directo entre Trump y Maduro, aunque el líder venezolano habría pedido una segunda conversación el fin de semana pasado, luego de que Trump declarara «completamente cerrado» el espacio aéreo de Venezuela.
“El gobierno de Maduro… no obtuvo respuesta”, aseguró el Miami Herald, indicando que el primer contacto fue intermediado por Brasil, Qatar y Turquía.
A pesar de la filtración que sostiene que Trump dio un ultimátum a Maduro, muchos analistas dudan que el presidente de EE.UU. tenga la intención de respaldar esas advertencias con una intervención militar de gran envergadura.
“Maduro y la mayoría de sus colaboradores perciben las amenazas militares de EE.UU. como un bluff”, declaró el mes pasado una fuente con contacto habitual con altos funcionarios venezolanos al *Wall Street Journal*.
