Un joven de 18 años y un menor de 15 fueron detenidos en la madrugada de este sábado como presuntos responsables del asesinato de una niña de siete años, quien recibió un disparo en la cabeza mientras jugaba en el patio de la casa de su abuelo, en el barrio San Cayetano de San Miguel de Tucumán.
Las capturas se realizaron alrededor de las 3.30, luego de que los sospechosos quedaran acorralados por un amplio operativo policial. Los arrestos fueron ordenados por la Unidad Fiscal Especializada en Homicidios I, a cargo del fiscal Pedro León Gallo. El menor de edad fue trasladado al CAD (Centro de Admisión Delegada), donde quedó alojado.
El fatal episodio
El crimen ocurrió el pasado jueves alrededor de las 16.20. La víctima, Z.R.V., se encontraba jugando con agua junto a otros dos niños en el frente de la vivienda, ubicada en la calle Ricardo Rojas. En ese momento, escucharon cómo una motocicleta frenaba bruscamente y observaron a cuatro jóvenes. Inmediatamente, uno de ellos efectuó al menos cinco disparos. Uno de los proyectiles impactó en la cabeza de la niña, quien en ese instante se encontraba subida a su bicicleta.
Mientras los otros niños corrían hacia el interior de la casa, la pequeña quedó inmóvil sobre el rodado. “Cuando la veo que seguía arriba de la bici, me acerco y ahí cae. Ahí puedo ver que tenía el impacto de bala. Empecé a gritar y los vecinos también empezaron a gritar quiénes eran”, relató una tía de la víctima.
La desesperada búsqueda de ayuda
La madre y el abuelo de la niña auxiliaron de inmediato a la menor. Ante la demora de una ambulancia, un vecino los trasladó en su motocicleta hacia la Policlínica de San Cayetano. Debido a la gravedad de sus heridas, fue derivada de urgencia al Hospital de Niños.
La directora del hospital, Inés Gramajo, informó que la niña fue intervenida quirúrgicamente y se le colocó un catéter para tratar una “hipertensión craneana refractaria”. Sin embargo, su estado siempre fue crítico y con asistencia respiratoria en terapia intensiva.
La protesta familiar y la trágica confirmación
La desesperación y el dolor llevaron a los familiares a realizar una protesta ayer al mediodía en la puerta de Emergencias del hospital, denunciando la falta de información médica actualizada. Durante la manifestación, intentaron quemar cubiertas, pero la policía intervino para despejar la zona.
Horas más tarde, alrededor de las 19.45, los médicos informaron a la familia que la menor había sufrido una muerte cerebral.
“Es una pesadilla lo que estamos viviendo. Ella no se merecía nada de esto, es una nena que no le hizo mal a nadie”, había expresado la madre de la víctima minutos antes de conocer el desenlace fatal.
