Aunque la provincia se promociona en redes como destino gratuito para partos, los tucumanos enfrentan graves carencias en atención integral. El sistema muestra grietas en especialidades críticas y accesibilidad.
Mientras videos en TikTok y X muestran a extranjeros elogiando la gratuidad de los partos en Tucumán, una realidad menos viral azota a los ciudadanos locales: el sistema público de salud arrastra deficiencias estructurales que comprometen la atención integral de los tucumanos.
Gratuidad que enmascara problemas de fondo
Los registros del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) revelan que en 2024 solo hubo 18 partos de mujeres extranjeras, y hasta julio de 2025 apenas 5 casos. Estas cifras marginales contrastan con las graves dificultades que diariamente enfrentan los residentes tucumanos para acceder a consultas especializadas, medicamentos y estudios diagnósticos.
«La gratuidad para extranjeros genera titulares, pero oculta que nuestros hospitales tienen carencias crónicas en traumatología, cardiología y pediatría», denuncia María González, usuaria del sistema público. «Es una ironía que se priorice una imagen solidaria hacia afuera cuando hacia adentro el sistema colapsa».
Falencias que duelen más que los números
Testimonios recogidos en hospitales públicos evidencian:
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Listas de espera de hasta 6 meses para cirugías no urgentes
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Desabastecimiento intermitente de medicamentos esenciales
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Turnos para especialistas que se extienden por trimestres
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Equipos de diagnóstico que funcionan de manera limitada
«Tenemos una maternidad de alta complejidad que atiende casos excepcionales de extranjeros, pero mujeres tucumanas deben viajar a otras provincias para acceder a tratamientos de fertilidad o ecografías especializadas», explica un médico del sector público que prefirió mantener su anonimato.
La comparación que duele
Mientras Salta y Jujuy implementaron cobros a extranjeros no residentes -generando ingresos por 50 millones de pesos en el caso salteño-, Tucumán mantiene una política de gratuidad universal que, aunque de bajo impacto numérico, simboliza una prioridad cuestionable en un sistema que muestra signos de estrés.
«El problema no son los 5 partos de extranjeros, sino los miles de tucumanos que no reciben la atención que necesitan», señala el Dr. Alberto Ríos, especialista en salud pública. «Tenemos un sistema fragmentado, con desigualdades territoriales y problemas de accesibilidad que afectan principalmente a los sectores más vulnerables».
Recursos limitados, necesidades ilimitadas
La infraestructura hospitalaria tucumana, aunque cuenta con centros de referencia como el Instituto de Maternidad, evidencia serias limitaciones en:
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Atención primaria en barrios periféricos
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Servicios de salud mental
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Tratamientos crónicos y seguimiento de pacientes
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Equipamiento tecnológico en el interior provincial
¿Solidaridad o negligencia?
La política de gratuidad para extranjeros divide aguas: mientras algunos la defienden como un gesto humanitario, otros cuestionan su sostenibilidad ante las evidentes carencias del sistema.
«Celebro que extranjeros reciban atención digna, pero exijo que mi madre pueda conseguir un turno con el geriatra en menos de cuatro meses», reclama Carlos Domínguez, vecino de la capital.
Conclusión: prioridades en debate
Tucumán enfrenta el desafío de equilibrar su tradición de atención universal con la urgente necesidad de fortalecer un sistema público que muestra signos de agotamiento. La gratuidad para los pocos extranjeros que llegan a la provincia contrasta con las dificultades de los muchos tucumanos que esperan soluciones a sus problemas de salud crónicos.
Mientras las redes sociales muestran una provincia hospitalaria, la realidad en los pasillos de los hospitales pinta un cuadro menos alentador, donde la atención integral sigue siendo una promesa incumplida para gran parte de la ciudadanía.
https://www.contextotucuman.com/nota/364102/tucuman-no-cobra-los-partos-a-extranjeras-como-lo-hacen-salta-y-jujuy-solo-hubo-5-casos-este-ano.html
