Bruno Romano, candidato de Jaldo, retuvo la intendencia en medio de una sombra de descomposición política que incluye audios comprometedores y denuncias por vínculos con el narcotráfico.
En una jornada electoral marcada por la alta participación y la fragmentación política, el Frente Tucumán Primero, liderado por Bruno Romano y respaldado por el gobernador Osvaldo Jaldo, se impuso en las elecciones municipales de Juan B. Alberdi con el 46,08% de los votos. Sin embargo, este triunfo se da en un contexto de profunda crisis institucional, luego de que el anterior intendente peronista, Luis «Pato» Campos, fuera destituido tras filtrarse audios que lo vinculaban con redes de narcotráfico y corrupción.
La intervención del municipio, decretada por Jaldo en junio pasado, no impidió que el mismo espacio político recuperara el control del ejecutivo local. Romano, quien asumirá formalmente tras un período de intervención, logró consolidar el voto peronista en una comunidad que meses atrás fue escenario de uno de los escándalos más graves de los últimos años.
El escándalo que precipitó la intervención
La crisis estalló con la filtración de un audio en el que Campos, entonces intendente, mantenía una conversación con un empresario de la construcción en la que se evidenciaban vínculos con el narcotráfico. En la grabación, se escucha al empresario afirmar: “la droga la manejo yo, las muertes las manejo yo. Acá todo lo manejo yo. Acá necesitas un Al Capone para gobernar”, a lo que Campos respondía con compromisos de acción, normalizando un sistema de favores ilícitos.
Este audio, filtrado por un edil local, destapó una red de desfalco a las arcas públicas a través de empresas fantasmas y licitaciones directas, además de mostrar los lazos familiares y políticos que sostenían el poder de Campos en la municipalidad. Su esposa, Sandra Figueroa, es legisladora provincial; su hermano, jefe de compras municipal; y varios familiares ocupaban cargos clave en el Concejo Deliberante y la administración.
Continuismo en medio de la descomposición
A pesar de la intervención y las graves acusaciones, el peronismo local logró retener la intendencia con Romano, quien había sido puesto al frente de la comuna de manera interina tras la salida de Campos. El resultado refleja la fortaleza del aparato territorial del jaldismo en el sur tucumano, aunque también evidencia la capacidad de resistencia de una estructura política cuestionada por vínculos con actividades ilícitas.
En paralelo, la lista Cambia Alberdi se impuso en la elección de concejales, lo que configura un escenario de gobierno dividido y posiblemente tensionado. Sin embargo, la sombra del escándalo por narcotráfico y corrupción administrativa permanece como un tema pendiente de resolución para la nueva administración.
Silencio y bronca social
Mientras el peronismo provincial mantuvo un silencio casi absoluto durante el escándalo, organizaciones sociales y vecinales han expresado su malestar por lo que consideran una muestra más de la descomposición de la clase política tradicional. La intervención de Jaldo, aunque rápida, no logró ocultar el hecho de que los implicados pertenecen a su mismo espacio.
Con este triunfo, el oficialismo provincial demuestra su capacidad para sobrevivir a crisis graves, aunque queda por verse si la ciudadanía de Alberdi, que vivió en carne propia los efectos de la corrupción y la infiltración del narcotráfico en la política, aceptará pasivamente la vuelta al status quo.
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https://www.laizquierdadiario.com/Intervencion-y-descomposicion-escandalo-narco-con-el-intendente-peronista-de-Alberdi