El gobernador en uso de licencia realizó un intenso cronograma de recorridas por obras y anuncios de beneficios en plena prohibición del Código Electoral. La Fiscalía de Estado evade pronunciarse sobre la compatibilidad de estas actividades con la normativa nacional.
A cuatro días de las elecciones legislativas, el gobernador Osvaldo Jaldo mantiene un ritmo intenso de actividades oficiales que rozan los límites de lo permitido durante la veda electoral. A través de al menos 11 eventos públicos documentados en el portal oficial de la Provincia, el mandatario -candidato testimonial del Frente Tucumán Primero- supervisa obras, anuncia mejoras y destaca logros de gestión en lo que muchos analistas interpretan como un claro mensaje de campaña encubierto.
El artículo 64 del Código Electoral Nacional establece de manera terminante la prohibición de realizar «actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo» durante los 25 días previos a los comicios. La norma busca precisamente evitar que el oficialismo utilice la maquinaria estatal para influir en el electorado.
Cronograma intenso en veda electoral
Desde el 1 de octubre, Jaldo ha mantenido una agenda pública que incluye:
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2 de octubre: Presentación de equipamiento para escuelas técnicas, donde destacó «la preparación que brindan los establecimientos técnicos para la inserción laboral».
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3 de octubre: Recorrida por obras de iluminación LED y pavimentación en El Manantial, afirmando que «mejora urbanísticamente la zona». Ese mismo día, en Los Ralos, aseguró que la localidad «hizo un giro de 180 grados» gracias a las obras de su gestión.
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6 de octubre: En la Escuela Técnica N°1 de Concepción, anunció el financiamiento provincial para viajes de egresados de 160 alumnos, un beneficio directo a semanas de las elecciones.
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21 y 22 de octubre: Apenas cinco días antes de los comicios, supervisó obras viales en la Ruta Provincial 344 y anunció en El Bracho y El Cevilar un nuevo pozo de agua porque «este gobierno escucha y da respuestas».
Silencio elocuente de la Fiscalía de Estado
Ante las reiteradas consultas de este medio sobre la compatibilidad de estas actividades con la normativa electoral, la Fiscalía de Estado optó por el silencio. Tras múltiples intentos de contactar a la fiscal Gilda Pedicone de Valls, se logró establecer comunicación con el adjunto Raúl Ferrazzano, quien solicitó unos minutos para responder «hasta que pudiera estacionar su camioneta», pero nunca volvió a comunicarse.
Este mutismo institucional contrasta con la claridad del Código Electoral, que en su artículo 133 bis establece inhabilitación de 1 a 10 años para funcionarios que autoricen publicidad de actos de gobierno violando estas prohibiciones.
Entre la gestión y la campaña
Los eventos, aunque presentados como meras «supervisiones», incluyen declaraciones que trascienden lo técnico para adentrarse en el terreno del mensaje político. Frases como «estamos cumpliendo», «el progreso llegó» o «este gobierno escucha y da respuestas» aparecen sistemáticamente en las publicaciones oficiales, generando dudas sobre su finalidad real.
La estrategia de Jaldo parece consistir en mantener alta visibilidad mediante actividades formalmente administrativas, pero con un claro contenido proselitista. Esta aproximación «al límite» de la norma electoral podría abrir la puerta a impugnaciones posteriores por parte de la oposición, especialmente si los resultados son ajustados.
Mientras tanto, el gobernador continúa su intensa agenda pública, desafiando los límites entre la gestión legítima y la ventaja electoral indebida, en un contexto donde la ausencia de controles efectivos parece favorecer esta ambigüedad calculada.
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