A más de 300 días de haber sido condenado por violar a su hija menor de edad, Rodolfo Tercero Burgos —exdirector de Canal 10 y docente de la Universidad Nacional de Tucumán— continúa en libertad, generando indignación y cuestionamientos al sistema judicial tucumano. El 4 de diciembre de 2024, Burgos fue declarado culpable de abuso sexual agravado y condenado a 5 años de prisión. Sin embargo, el juez Antonio Nicolás Gutiérrez resolvió mantenerlo en libertad al considerar que «no representa peligro para la sociedad ni para la víctima», una decisión que ha sido calificada de «absurda» por la madre de la niña, la abogada Daniela Moris.
La denuncia original se presentó el 13 de julio de 2021. Desde entonces, el caso ha estado marcado por múltiples recursos presentados por la defensa de Burgos, lo que ha retrasado la ejecución de la sentencia. Moris señaló en una entrevista radial que su hija, que tenía 5 años al momento de la denuncia, hoy tiene 10 y «sigue judicializada». La madre también destacó las influencias que habrían permitido a Burgos eludir la prisión: «Burgos mantiene alianzas en el Colegio de Abogados, con alianzas en el Ministerio Público Fiscal, con fiscales que se postulan para jueces federales. Es un engranaje donde se corta una cabeza y salen tres».
La Universidad Nacional de Tucumán mantuvo a Burgos en cargos de relevancia incluso después de la denuncia. Fue presidente de Canal 10 —medio propiedad de la UNT— y se desempeñó como abogado querellante de la universidad en la causa por el robo de la Ciudad Universitaria, con contratos millonarios que se renovaron hasta 2023 bajo las gestiones de los rectores José García y Sergio Pagani. Este tratamiento preferencial contrasta con el dado a otros docentes de la UNT acusados de delitos sexuales, quienes fueron separados preventivamente de sus cargos.
«Yo pregunto si el juez tiene hijos, nietos y los mandaría a la casa de Burgos. Por supuesto que un pedófilo representa un peligro para la sociedad», declaró Moris, quien exige que se cumpla la sentencia y se proteja a su hija. Mientras tanto, Rodolfo Tercero Burgos continúa su vida con normalidad, a la espera de que la Casación resuelva su situación legal, en un caso que pone en evidencia las profundas fisuras del sistema judicial y las influencias que permiten a un condenado por violación evadir la cárcel.
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