En un movimiento estratégico tras los resultados electorales, el presidente Javier Milei decidió reestablecer el Ministerio del Interior, relegado a secretaría desde junio de 2024, y colocó al frente a Lisandro Catalán, un abogado tucumano de 54 años que se convierte así en el primer ministro del Interior nativo de Tucumán en la historia argentina. La designación, anunciada el miércoles 10 de septiembre, no sólo refleja una reconfiguración política sino que otorga a la provincia una representación sin precedentes en el centro del poder federal.
El Ministerio del Interior es la cartera encargada de articular las relaciones entre el Gobierno nacional y las provincias, gestionar la seguridad electoral, coordinar políticas federales y liderar la mesa de diálogo con gobernadores. Catalán, hasta ahora vicejefe de Gabinete del Interior, asume este rol en un momento crítico, donde el oficialismo busca recomponer lazos con gobernadores afines tras las tensiones postelectorales. Su nombramiento fue confirmado junto a la creación de una Mesa Federal integrada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Más allá de la coyuntura política, la designación de Catalán es un hito para Tucumán. Por primera vez, un hijo de esta provincia tendrá las llaves para gestionar directamente el diálogo con las gobernaciones, impulsar inversiones en infraestructura y defender los intereses del Norte argentino desde una posición de poder real. Su figura simboliza el federalismo tangible: un tucumano en el corazón de la toma de decisiones nacionales, capaz de comprender las necesidades específicas de la región y priorizarlas en la agenda pública.
Aunque para muchos tucumanos Catalán era un desconocido hasta su irrupción en La Libertad Avanza, su carrera política está marcada por una larga experiencia en el Estado nacional. Inició su trayectoria junto al ex canciller kirchnerista Rafael Bielsa, pero forjó su perfil como hombre de confianza de Guillermo Francos, con quien trabajó en el Banco Provincia durante la gestión de Daniel Scioli y en la Fundación Acordar. Durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, se mantuvo al frente del Registro Nacional de Reincidencia, demostrando una capacidad técnica y política transversal. Como vicejefe de Gabinete del Interior, ha impulsado la boleta única a nivel nacional la cual pudo ser aplicada actualmente al sistema electoral en Tucumán.
Catalán enfrenta el doble desafío de consolidarse como el nexo del Gobierno nacional con las provincias y, al mismo tiempo, fortalecer su base política en Tucumán. Su estilo de conducción, descrito por cercanos como hermético y personalista, le ha valido tanto lealtades como resistencias internas en el armado libertario local. Sin embargo, su relación con el gobernador peronista Osvaldo Jaldo es cordial, lo que podría facilitar la gestión de agendas comunes.
Por otro lado, su decisión de no candidatearse a diputados en 2025 y ceder lugar a figuras como Federico Pelli sugiere que Catalán apunta a un proyecto a más largo plazo. Su desempeño al frente del Interior definirá no solo la capacidad del Gobierno para gobernar en un escenario complejo, sino también sus aspiraciones políticas en Tucumán de cara a 2027.